Manabí vivió un fin de semana lleno de sabor, cultura y orgullo culinario con la realización del Festival Manabí Gastronomía Milenaria. El evento tuvo como protagonista la tonga más larga preparada hasta ahora en el mundo: una envoltura de arroz, carne de cerdo y aderezos tradicionales que alcanzó los 40 metros de longitud.
Esta iniciativa fue liderada por Luis Alberto Balda, de Montubio, cocina manabita, quien explicó que en años anteriores ya se habían preparado tongas de hasta 30 metros, pero esta edición tenía el propósito de superar todas las marcas previas.
La receta elegida para este récord fue hornado de cabeza de cerdo, por su facilidad para ser distribuido y envuelto en las hojas de plátano que caracterizan a este plato.
Un plato ancestral que busca récord mundial
Más de 50 personas participaron en la preparación y envoltura de la tonga, siguiendo al pie de la letra la receta original utilizada en el restaurante de Balda. Tras medirla ofrecieron porciones al público por cinco dólares, y cada una tenía un tamaño suficiente para alimentar a dos personas, según comentó Balda.
La iniciativa, según dijo el chef, busca en el futuro ser reconocida oficialmente por el libro de los Récords Guinness. La propuesta no solo enaltece la identidad gastronómica manabita, sino que además generó ingresos para emprendedores locales durante el festival, que fue impulsado por la Prefectura de Manabí.
Festival multitudinario y reactivación económica
Desde la prefectura de Manabí se informó que solo el sábado asistieron más de 30 mil personas. Por su parte el prefecto Leonardo Orlando, aseguró que este tipo de eventos promueven el turismo, reactivan la economía y consolidan a Manabí como referente de la cocina ancestral ecuatoriana.
Los asistentes recorrieron decenas de puestos donde se ofrecieron preparaciones típicas de todos los rincones de la provincia. Los aromas de leña, carbón, hojas de plátano y especias tradicionales llenaron el ambiente, acompañados de música y actividades culturales.
Asados al barril y sabores populares
Uno de los stands más concurridos fue el de Olmedo Zavala, cocinero de Portoviejo especializado en asados al barril. Su técnica de cocción lenta, entre ocho y diez horas, permite que las carnes queden ahumadas y jugosas. Ofreció platos completos con carne, papa, pan y chorizo a un precio de cinco dólares, y logró vender cerca de 700 unidades solo el sábado.
Zavala señaló que su propuesta tuvo gran aceptación, especialmente entre los visitantes de otros cantones que buscaban sabores auténticos y accesibles. Considera que este tipo de festivales son una excelente oportunidad para mostrar el potencial de la cocina popular de los pueblos manabitas.
Empanadas, tongas y visitantes de varias ciudades
Desde Ayacucho, en el cantón Santa Ana, llegó María Guadalupe Suárez, representante del emprendimiento Marigar. Su oferta de empanadas de plátano con diversos rellenos fue un éxito: todo su producto se agotó antes de las 16h00 del sábado. Comentó que este resultado demuestra el interés del público por explorar preparaciones caseras y distintas.
María Delgado también fue parte del festival con tongas criollas. Aseguró que recibió visitantes desde Guayaquil, Ambato y distintos puntos de Chone. Vendió 40 platos el sábado, entre secos de gallina y pato, cada uno a siete dólares, y destacó el ambiente festivo como un gran impulso para la promoción del plato montubio.
Manabí se caracteriza por su ceviche con maní
Jessenia Mera Sornoza, oriunda de Jipijapa, participó con ceviche de pescado con maní, greñoso y más. Ofreció porciones a cinco y tres dólares respectivamente, con muy buena aceptación. Para ella, el festival es una oportunidad de dar a conocer combinaciones propias de la cocina manabita, poco comunes en otras regiones del país.
Por su parte, Maribel Chávez llegó desde la zona rural del cantón Jama, específicamente del sitio Rambuche. Ofreció tongas, seco de gallina criolla, caldo de gallina, costillas ahumadas, longaniza y lomo. Todos sus productos fueron cocinados en humo, respetando los métodos de sus abuelos y bisabuelos.
Considera que es vital que los jóvenes conozcan estos sabores, pues son parte de su historia y una forma de alimentarse de manera saludable.
Cocina de leña y ollas de barro: técnicas vivas
Desde Manta, el chef Nicolás López, representante del restaurante Casa Rosada, resaltó la importancia de mantener la cocina tradicional con horno de leña. En el festival presentó seco de chivo y de pato, acompañados de arroz con longaniza, corviche y muchines. El sábado tuvo que preparar más raciones de seco de pato debido a la alta demanda, ya que se agotó antes de las 16h00.
López también ofreció una muestra de dulces manabitas. Señaló que este tipo de preparaciones generan conexión emocional con las raíces de la región y fortalecen la identidad culinaria manabita.
El Festival Manabí Gastronomía Milenaria ha sido un encuentro donde se cruzaron la historia, los sabores y las oportunidades, según emprendedores y asistentes.
Más de 30 mil personas disfrutaron del primer día del Festival Manabí Gastronomía Milenaria