Irán advirtió que atacará bases militares de Estados Unidos en la región si se intensifica el conflicto tras los recientes bombardeos estadounidenses a tres instalaciones nucleares iraníes. Los ataques se dieron en las localidades de Fordo, Natanz e Isfahán, la noche del sábado 21 de junio. La acción, que marcó la entrada directa de EE. UU. en el conflicto entre Israel e Irán, Teherán la calificó como una “violación grave” de la soberanía y el derecho internacional.
Abbas Araghchi, ministro de Relaciones Exteriores iraní, amenazó que atacarán varias bases militares ubicadas en la región de Medio Oriente. El gobierno iraní mencionó que Estados Unidos se arrepentirá de los bombardeos a su territorio y que el mundo será testigo de aquello.
Bases militares de Estados Unidos están en varios países
Los ataque de Estados Unidos, denominados Operación Midnight Hammer, involucraron 125 aviones militares estadounidenses. Entre ellos se incluyó a siete bombarderos furtivos B-2, que lanzaron 14 bombas “bunker buster” GBU-57. También se lanzaron más de 24 misiles Tomahawk desde submarinos, según informó el Pentágono. Las instalaciones atacadas, clave para el programa de enriquecimiento de uranio de Irán, sufrieron “daños severos”.
Por otra parte, Teherán afirmó que su programa nuclear no se detendrá. En respuesta, Irán lanzó el domingo por la mañana unos 30 misiles balísticos contra Israel. Se informó que cuatro de esos misiles atravesaron las defensas aéreas israelíes, causando al menos 16 heridos en Tel Aviv.
Más de 40 mil soldados desplegados en la región
Aziz Nasirzadeh, ministro de Defensa iraní, había advertido el 11 de junio que, en caso de conflicto, “todas las bases estadounidenses en la región están a nuestro alcance”. Entre los posibles objetivos se encuentran las bases de Al-Asad en Irak, Al-Udeid en Qatar y otras en países como Bahréin, Kuwait y Emiratos Árabes Unidos. Entre todos esos países Estados Unidos mantiene más de 40 mil soldados, tanques de guerra, blindados, aviones, bombarderos, miles de armas y millones de municiones.
La Guardia Revolucionaria de Irán también amenazó con represalias, mientras que el líder supremo, Alí Jamenei, señaló que los ataques “tendrán consecuencias irreparables” para Washington. El conflicto, que escaló tras un ataque sorpresa de Israel el 13 de junio contra sitios nucleares y militares iraníes, ha generado temores de una guerra regional. Irán insiste en que su programa nuclear es pacífico. Israel y EE. UU. lo consideran una amenaza.
No se detectaron niveles de radiación tras los ataques
La Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA) confirmó que no se detectaron niveles elevados de radiación tras los ataques. Sin embargo advirtió que los bombardeos a instalaciones nucleares son contrarios al derecho internacional.
En el ámbito diplomático, las negociaciones entre Irán y EE. UU., mediadas por Omán, se paralizaron tras los ataques. Araghchi declaró que “la diplomacia no es una opción” por ahora, y Teherán evalúa retirarse del Tratado de No Proliferación Nuclear. Mientras tanto, países como China, Rusia y Cuba condenaron los bombardeos. La ONU instó a todas las partes a retomar el diálogo para evitar una escalada mayor.
La Casa Blanca y el Pentágono no han detallado planes ante posibles represalias, pero el presidente Donald Trump afirmó que cualquier acción iraní será respondida con “fuerza mucho mayor”. Las fuerzas estadounidenses en la región permanecen en máxima alerta, mientras el mundo observa si el conflicto derivará en una confrontación directa de mayores proporciones.
