Un grupo de habitantes del barrio Costa Azul le dieron una paliza, con escobazos incluidos, a un presunto delincuente tras detenerlo.
El supuesto ladrón es acusado por la Policía de liderar un asalto y entre sus pertenencias le hallaron un arma de fuego.
La captura de Carlos Enrique Ponce García se realizó ayer a las tres de la madrugada y luego de recibir los golpes fue trasladado de urgencia al hospital Rafael Rodríguez Zambrano porque presentaba, entre otras lesiones , una fisura (pequeña fractura) en su cráneo.
El informe de la Policía dice que los agentes estaban patrullando las calles de la parroquia Los Esteros cuando recibieron una alerta del Servicio de Seguridad ECU-911 sobre la retención de un hombre por parte de varios moradores del barrio Costa Azul.
Incluso, el ECU-911 pudo verificar a través de las cámaras que el procesado estaba en la entrada del sector con un arma.
Cuando los policías llegaron al lugar de la emergencia confirmaron que Carlos Enrique Ponce había asaltado a un morador y cuando los vecinos salieron a ayudar a la víctima lo retuvieron.
Le cayeron a escobazos
Una vecina, con una escoba le dio varios golpes en las piernas. Otros moradores optaron por darle patadas y puñetes hasta que apareció un desconocido con un garrote y lo golpeó en la cabeza.
El acusado fue entregado a la Policía junto con el arma de fuego.
En el hospital los médicos curaron al herido y luego lo trasladaron a la Unidad de Vigilancia Comunitaria (UVC), donde le formularon cargos por el delito de robo.
El juez dispuso que se traslade al delincuente a la cárcel El Rodeo de Portoviejo.
Mientras que la pistola de calibre nueve milímetros permanece en la Policía Judicial para someterla a una pericia balística.
El arma de fuego no tenía balas ni alimentadora.
En este año, el populacho ha linchado a dos presuntos delincuentes en Manta por asaltos.
Carlos Enrique Ponce García permanece en los calabozos de la Unidad de Vigilancia Comunitaria (UVC) hasta hoy que será llevado a la cárcel de Portoviejo.
El arma de fuego será analizada por los peritos de la Unidad de Criminalística para saber si está o no apta para disparar.