Durante su primer Regina Caeli (proclama de la pascua) tras asumir el pontificado, el Papa León XIV centró su mensaje en los principales conflictos armados que sacuden al mundo.
Acompañado por miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, el pontífice afirmó: “Nunca más la guerra”.
“Llevo en mi corazón el sufrimiento del amado pueblo ucraniano”, expresó el Papa, visiblemente conmovido.
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Solicitó la liberación de todos los prisioneros, especialmente niños separados de sus familias, y demandó esfuerzos reales para lograr un acuerdo de paz duradero en la región.
La situación en la Franja de Gaza también fue abordada con firmeza. León XIV lamentó el dolor de la población civil y pidió el fin inmediato de las hostilidades.
Apoyo al alto el fuego en el Regina Caeli
En contraste con los conflictos mencionados, el Papa saludó positivamente el reciente anuncio de cese al fuego entre India y Pakistán.
Además, el pontífice recordó los “tantos otros conflictos” activos en diversas regiones del mundo, haciendo un llamado a los líderes internacionales.
Papa León XIV ora ante la tumba de Francisco en Santa María la Mayor
“Que se obre el milagro de la paz”, dijo al concluir su mensaje, reiterando su compromiso de poner el peso moral de la Iglesia al servicio de la paz global.
Compromiso del Vaticano con la diplomacia humanitaria
El Vaticano, bajo el liderazgo de León XIV, ha comenzado a posicionarse activamente en la escena internacional con una clara orientación hacia la diplomacia humanitaria.
Su mensaje de este domingo refuerza esa línea, al poner en el centro la dignidad humana, el sufrimiento de los pueblos y la búsqueda del entendimiento.
Este pronunciamiento ocurre en un contexto en el que múltiples organismos internacionales han alertado sobre la escalada de violencia en Ucrania y Gaza
Un conflicto que trae consecuencias devastadoras para la población civil, especialmente niños y mujeres.
Organizaciones humanitarias han agradecido el gesto del nuevo pontífice y han solicitado que los gobiernos escuchen su voz, destacando el papel del Vaticano como mediador en momentos de alta tensión internacional.