Por Gabriela Mantuano

Empezar de nuevo es una frase que Bertha Moreira repite constantemente desde hace un año.

Eso fue lo que hizo después de que con el terremoto perdiera su lugar de trabajo. Junto a su esposo tenía un local de venta repuestos de electrodomésticos y otros artículos del hogar en la hoy denominada “zona cero”.

El 16 de abril de 2016 marcó su vida, al igual que a la mayoría de comerciantes de Tarqui, porque perdió el 80 por ciento de mercadería de su local. Actualmente Bertha es una de las más de 300 comerciantes que se “mudaron” a la nueva zona comercial de Manta.

Asegura que las ventas son menores a las que tenía en su antiguo local. Quizá se deba por la ubicación, asegura. Su contenedor está ubicado detrás de los comedores y casi no transitan personas por el lugar. Aunque no pierde las esperanzas en que vendrán días mejores.

“Al igual que a la mayoría de mis compañeros comerciantes, el terremoto literalmente nos golpeó muy duro porque, primero, perdimos nuestros lugares de trabajo, y segundo nuestra mercadería”, dijo. Bertha menciona que las ganas de trabajar siguen intactas, por eso, tras el sismo, sus ganas de resurgir no se has ido nunca. Para surtir el local, tuvo que acceder a un crédito que aún está pagando.

“Tenemos una nueva oportunidad de vivir, de trabajar, y por eso estamos aquí. Además, con el comercio aportamos con nuestro granito de arena al desarrollo de nuestra ciudad”, expresa.



Galería de imágenes

- Clic para ampliar -