El futbolista paraguayo Williams Riveros, quien tuvo un exitoso paso por los clubes ecuatorianos Barcelona y Delfín, aprovechó que hoy es el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo para compartir su experiencia de vida junto a su hijo, Bautista.
Universitario de Deportes, club peruano en el que milita Riveros, publicó un video donde se ve a los jugadores del plantel ingresar a la cancha del Estadio Monumental con audífonos en señal de empatía con los niños con autismo. El clip fue grabado al inicio del duelo amistoso entre los ‘cremas’ y el Inter Miami.
Cabe destacar que en ese ingreso, Riveros tiene a Bautista en brazos, por lo que el video destaca que el menor no estaba distraído, sino que su comportamiento es parte de su espectro autista.
Williams Riveros sobre su hijo con Autismo
“Para mí Bautista es mi vida. Me hizo entender las cosas de otra manera. Me enseñó a ser más paciente, más humano, y fue para mejor”, dijo el futbolista paraguayo en el video, que ahora es viral.
El deportista añadió que su hijo «no necesita encajar, es el mundo el que necesita entender y aprender que todos somos únicos”. Este video recibió cientos de comentarios positivos.
Origen del día
La Asamblea General de las Naciones Unidas instauró el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo el 18 de diciembre de 2007, mediante la resolución A/RES/62/139, con el objetivo de sensibilizar a la población sobre el TEA.
Este año, el lema oficial es «Fomentar la neurodiversidad y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)», según anunció la ONU.
El evento principal, organizado por el Instituto de Neurodiversidad con apoyo del Departamento de Comunicación Global de la ONU, incluye conferencias y mesas redondas en Nueva York, transmitidas en línea.
El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una condición neurobiológica que afecta el desarrollo y se manifiesta de manera diversa en cada niño.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1 de cada 100 niños en el mundo tiene autismo, y los síntomas suelen ser visibles entre los 2 y 3 años de edad, aunque pueden diagnosticarse desde los 18 meses, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Una característica común es la dificultad en la interacción social. Los niños con TEA pueden evitar el contacto visual, no responder a su nombre o tener problemas para entender las emociones de otros, según el CDC. Además, presentan desafíos en la comunicación: algunos no desarrollan el habla, mientras que otros usan un lenguaje repetitivo o literal, como repetir frases (ecolalia), según datos de Autism Speaks.
Comportamientos y patrones repetitivos
Otra característica es la presencia de comportamientos repetitivos o intereses restringidos. Los niños con autismo pueden realizar movimientos como aleteo de manos, balanceo del cuerpo o alinear objetos de forma obsesiva, según la OMS. También tienden a fijarse en temas específicos, como trenes o números, mostrando un interés intenso que puede durar horas, de acuerdo con un informe del CDC de 2023.
Muchos niños con TEA tienen sensibilidades sensoriales. Pueden reaccionar de forma extrema a ruidos fuertes, luces brillantes o texturas, o buscar estímulos como olores o sonidos específicos, según Autism Speaks.
Además, el 70% de los niños con autismo presenta condiciones asociadas, como trastornos del sueño o ansiedad, según un estudio de la Universidad de California publicado en 2022.
Contexto y diagnóstico
El diagnóstico del TEA se basa en la observación del comportamiento y pruebas estandarizadas, como el M-CHAT-R, usado desde los 16 meses, según el CDC. La OMS destaca que el autismo no es una enfermedad, sino una condición que requiere entornos inclusivos para mejorar la calidad de vida.