Un sismo de magnitud 5.5 sacudió varias localidades de la costa ecuatoriana este sábado 21 de junio a las 14h18. El epicentro se ubicó en el cantón Naranjal, provincia del Guayas, según informó el Instituto Geofísico (IG) de Ecuador. El movimiento telúrico, registrado a una profundidad de 41 kilómetros, generó alarma entre los habitantes. Muchos de ellos reportaron el evento en redes . No se ha confirmado acerca de daños materiales ni víctimas.
El Instituto Geofísico precisó que el sismo ocurrió en una zona costera densamente poblada. Aquello intensificó su percepción en cantones como Guayaquil, Milagro y Durán. Decenas de usuarios en plataformas digitales, como X, compartieron sus experiencias, describiendo un movimiento fuerte pero breve. Las autoridades locales y nacionales activaron protocolos de monitoreo para evaluar posibles impactos.
Habitantes de Naranjal reportaron el sismo en redes
El IG indicó que el sismo se originó en una región propensa a actividad tectónica, dado que Ecuador se encuentra en el Cinturón de Fuego del Pacífico, una zona de alta sismicidad. La profundidad de 41 kilómetros del evento ayudó a mitigar su impacto en la superficie, según expertos. Sin embargo, las autoridades recomendaron a la población mantener la calma y revisar planes de evacuación en caso de réplicas.
La provincia del Guayas, con su capital Guayaquil, es una de las zonas más pobladas y económicas de Ecuador, lo que hace que cualquier evento sísmico genere atención inmediata. Hasta el cierre de esta nota, el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias no reportó afectaciones significativas en infraestructura ni interrupciones en servicios básicos. Equipos de respuesta se mantienen en alerta.
Constantemente se monitorea la actividad sísmica
Este sismo se suma a otros eventos telúricos registrados en Ecuador en los últimos años, como el devastador terremoto de 7.8 en 2016, que dejó centenares de víctimas y daños millonarios. Aunque el evento de este sábado fue de menor magnitud, reaviva la importancia de la preparación ante desastres naturales en el país. El IG continúa monitoreando la actividad sísmica y ha instado a la población a reportar cualquier anomalía a través de sus canales oficiales.
Las autoridades locales de Naranjal y Guayaquil han iniciado inspecciones en edificaciones públicas y privadas para descartar daños estructurales. Mientras tanto, en redes sociales, los ciudadanos comparten recomendaciones de seguridad y actualizaciones en tiempo real. El sismo, aunque no dejó consecuencias graves, sirve como recordatorio de la vulnerabilidad sísmica de la región y la necesidad de estar preparados.
