Un estudio identificó tres sustancias que aceleran el envejecimiento cerebral, según Infosalus. Estas sustancias, presentes en la vida diaria, afectan la salud mental y cognitiva, urgiendo a la población a tomar medidas preventivas, especialmente en adultos mayores.
El envejecimiento cerebral es un proceso natural, pero ciertas sustancias pueden acelerarlo peligrosamente. Un estudio destacado por Infosalus reveló que tres sustancias comunes —alcohol, tabaco y azúcares refinados— están vinculadas a un deterioro cognitivo más rápido. Investigadores analizaron datos del Biobanco del Reino Unido, incluyendo a miles de personas, y encontraron que estas sustancias alteran proteínas clave en el cerebro, como Brevican (BCAN), asociada a demencia y trastornos motores. “Esto es una llamada de atención”, advirtió un experto en X, donde el tema generó debate.
Alcohol: Un golpe al cerebro
El consumo excesivo de alcohol, definido como dos o más bebidas diarias, daña las neuronas y reduce el flujo sanguíneo cerebral, según el Manual Merck. Esto acelera la pérdida de memoria a corto plazo y afecta áreas como el hipocampo. “El alcohol no solo envejece tu cuerpo, también tu mente”, señaló el neurólogo en Infosalus. Estudios muestran que incluso el consumo moderado prolongado puede incrementar el riesgo de Alzheimer en un 33% en casos de ansiedad leve, según Harmonia.la.
Tabaco: Toxinas que apagan neuronas
Fumar tabaco, especialmente a largo plazo, es otro enemigo del cerebro. Las sustancias químicas del cigarrillo, como la nicotina, provocan ateroesclerosis en las arterias cerebrales, reduciendo el riego sanguíneo hasta un 1% anual, según Merck. Esto afecta la conducción de impulsos nerviosos y acelera el deterioro de la mielina, esencial para la comunicación neuronal. “Fumar es como apagar lentamente tu cerebro”, dijo un investigador en Infosalus. En redes, una usuaria compartió: “Dejé el tabaco y mi memoria mejoró, ¡es real!”.
Azúcares refinados: Dulces que amargan la mente
El exceso de azúcares refinados, presentes en bebidas azucaradas y ultraprocesados, inflama el cerebro y altera la microbiota intestinal, dice Merck. Esto genera neuroinflamación, vinculada a un 73% más de riesgo de deterioro cognitivo. “El azúcar es un veneno silencioso para las neuronas”, afirmó un nutricionista en la revista médica. La investigación destaca que una dieta alta en fibra, como frutas y verduras, contrarresta estos efectos.
Con una población mayor de 65 años que superará los 1.500 millones para 2050, según Infobae, proteger el cerebro es crucial. El estudio, basado en 5.000 personas del Biobanco del Reino Unido, encontró que estas sustancias afectan etapas clave del envejecimiento cerebral a los 57, 70 y 78 años. “Conocer estos riesgos permite actuar a tiempo”, dijo un científico en La Nación. Comparado con casos como el uso de esteroides anabólicos, que también aceleran el deterioro, estas sustancias son más comunes y accesibles, lo que las hace más peligrosas.
Los expertos instan a adoptar hábitos preventivos: reducir el consumo de alcohol, dejar de fumar y limitar azúcares refinados. “El ejercicio y una dieta rica en fibra son clave para un cerebro sano”, recomendó Merck. Socializar también ayuda, ya que reduce el estrés y el riesgo de demencia en un 47%, según el Journal of the International Neuropsychological Society.