Una tarde de martes me detuve en Tobacco Cove, un local ubicado en el 3849 de Baymeadows Road, en Jacksonville, Florida. No era la primera vez que cruzaba la puerta de una tienda de cigarros, pero esta vez buscaba algo más: confirmar que aquella vitrina repleta de puros guardara, además de un guiño a mi apellido, un lazo con mi querido Ecuador.
Un joven empleado, amable y conocedor, me mostró un expositor de Perdomo Cigars, una de las marcas más reconocidas entre fumadores de tabaco premium en Estados Unidos. Mientras me hablaba de las distintas líneas, desde la Lot 23 hasta la 10th Anniversary, yo rumiaba algo que leí días atrás, que “esa capa ecuatoriana viene de Los Ríos.”
Le dije “Perdomo es mi apellido”, en tono jocoso. El muchacho sonrío y me mostró un estante donde había algunos puros. Poco a poco entendí que, aunque la marca tiene su base en Miami Lakes, Florida, y fabrica sus cigarros en Estelí, Nicaragua, hay una hoja clave en su sabor. Esta crece bajo el cielo nublado del litoral ecuatoriano. La famosa Ecuadorian Connecticut.
La hoja ecuatoriana que da carácter al cigarro

Según entendidos desde la ciudad de Tampa, esta capa ecuatoriana aporta suavidad y un toque cremoso muy agradable a otra marca de puros, los de la línea Angel Cuesta Shade, una capa “que le da ese look doradito tan apetecible y un perfil de sabor suave pero con carácter”, según Cigar Smoker Club.
Lo que pocos saben es que muchas de las capas (la hoja exterior del cigarro, la que define su color, textura y parte del sabor) provienen de Ecuador. Aunque la semilla es originalmente de Connecticut, EE.UU., el clima ecuatoriano crea condiciones ideales para que la planta crezca sin necesidad de sombra artificial.
Los valles de Los Ríos, y en menor medida zonas de Manabí, se han convertido en tierra fértil para estas hojas doradas y suaves que Perdomo, y otras marcas premium, han adoptado con éxito.
Del campo ecuatoriano al cigarro
El viaje de una hoja ecuatoriana que termina en la vitrina de Tobacco Cove, o en la mano de un fumador en Nueva York, incluye varios pasos:
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Siembra de la semilla Connecticut Shade en suelos volcánicos del litoral ecuatoriano.
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Cosecha a mano, hoja por hoja, cuidando su integridad.
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Curado en galeras tradicionales, donde se secan lentamente.
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Fermentación natural en pilones (montones apilados) para suavizar su sabor.
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Clasificación rigurosa, seleccionando solo las hojas más finas y uniformes.
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Exportación a Nicaragua, donde Perdomo tiene su centro de manufactura.
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Ensamblaje final, donde la hoja ecuatoriana se convierte en la capa de un cigarro elaborado con tripas y capote nicaragüenses.
Ecuador en cada calada
#EcuatorianosEnUsa | Los cigarros Perdomo son reconocidos en Estados Unidos por su sabor equilibrado y suave. Lo que pocos saben es que buena parte de ese sabor nace en Ecuador. https://t.co/H3B45an5w7@manavisionec pic.twitter.com/duAG2UFnKc
— Manavisión Canal 9 (@manavisionec) July 9, 2025
Nick Perdomo Jr., líder de la firma familiar, ha defendido públicamente la calidad del tabaco ecuatoriano. No es solo una cuestión de apariencia, sino de equilibrio de sabores. El resultado: cigarros con cuerpo medio, sedosos, accesibles tanto para fumadores experimentados como para los que se inician en el arte del puro.
El presidente de Perdomo Cigars, ha sido claro en cuanto a la importancia de las capas ecuatorianas en la evolución de sus productos. En lugar de seguir las fórmulas tradicionales de otras casas tabaqueras, Perdomo optó por una combinación estratégica que alteró por completo el perfil de sabor de sus cigarros.
“En su lugar, se centró en elaborar un producto con envolturas de Ecuador y rellenos de Centroamérica, cambiando así el sabor de los puros”, reseña la Wikipedia.
Una elección con sello nacional

Esta decisión marcó un punto de inflexión en la historia de la marca. Al integrar capas cultivadas en Ecuador, conocidas por su suavidad, elasticidad y balance natural, con tripas centroamericanas, Perdomo consiguió un producto más refinado y adaptable al gusto de fumadores modernos.
La afirmación aparece en la entrada de la marca en la Wikipedia en inglés. Allí se detalla cómo esta elección ayudó a consolidar su posición en el competitivo mercado del tabaco premium.
Así, cada vez que alguien enciende un Perdomo Reserve Connecticut en un lounge de Miami, un bar de Chicago o una tienda como Tobacco Cove en Jacksonville, está disfrutando, probablemente sin saberlo, de un producto agrícola ecuatoriano de primer nivel.
Y puede que no exista un parentesco real entre mi apellido y estos puros, pero cada bocanada confirma algo más grande: el tabaco no lleva pasaporte, pero sí una raíz, y en cada calada, Ecuador firma su presencia. (36)