La pasta a la boloñesa, un plato tradicional de Bolonia, Italia, es preparada por cocineros caseros en todo el mundo. Actualmente, su popularidad crece por su sabor y simplicidad.
Este platillo, servido con tagliatelle o espagueti, se elabora en hogares para disfrutar de una comida reconfortante con ingredientes accesibles.
Origen de la pasta a la boloñesa
La pasta a la boloñesa, conocida como ragú alla bolognese, proviene de Bolonia, en la región de Emilia-Romaña.
Registrada oficialmente en 1982 por la Cámara de Comercio de Bolonia, la receta tradicional incluye carne de res, panceta, tomate, zanahoria, apio, cebolla, vino blanco y leche.
Contrario a la creencia popular, no lleva ajo ni hierbas como orégano. Se sirve tradicionalmente con pasta tagliatelle, aunque el espagueti es común fuera de Italia.
Su historia se remonta al siglo XVIII, cuando las familias boloñesas combinaban sobras de carne con vegetales para crear un plato sustancioso. Hoy, es un ícono de la cocina italiana.
Ingredientes clave
Para preparar pasta a la boloñesa para 4 personas, se necesitan: 300 g de carne molida de res, 50 g de panceta, 1 zanahoria, 1 tallo de apio, 1 cebolla pequeña, 200 g de puré de tomate, 100 ml de vino blanco seco, 100 ml de leche entera, 400 g de tagliatelle o espagueti, aceite de oliva, sal y pimienta.
La leche suaviza la acidez del tomate, mientras que el vino aporta profundidad al sabor.
Todos los ingredientes son fáciles de encontrar en supermercados. La panceta puede sustituirse por tocino, aunque altera ligeramente el sabor tradicional.
Pasos para una deliciosa pasta a la boloñesa
Inicia picando finamente la zanahoria, apio y cebolla. Luego, sofríelos en 2 cucharadas de aceite de oliva a fuego medio por 5 minutos.
Añade la panceta picada y cocina por 3 minutos. Incorpora la carne molida, dorándola por 7 minutos.
Vierte el vino blanco y deja evaporar. Agrega el puré de tomate, salpimienta y cocina a fuego bajo por 2 horas, removiendo ocasionalmente. Añade la leche y cocina 10 minutos más.
Hierve la pasta en agua con sal hasta que esté al dente (8-10 minutos), escurre y mezcla con el ragú (salsa) que acabas de preparar. Luego sirve y disfruta.
Consejos prácticos
Cocinar el ragú a fuego lento es clave para un sabor intenso. Si el tiempo es limitado, 1 hora de cocción es suficiente, aunque menos tradicional.
Usar pasta fresca eleva la experiencia, pero la seca funciona bien. Servir con queso parmesano rallado es opcional, pero común fuera de Italia. La receta puede refrigerarse por 3 días o congelarse por un mes.