Un contingente de aproximadamente 163 militares recién graduados de la Escuela Militar Eloy Alfaro y de Formación de Soldados de la Fuerza Terrestre (Esforse) llegó a las provincias de Esmeraldas y Santo Domingo de los Tsáchilas para reforzar la seguridad.
El despliegue de este personal se da en el marco de las operaciones de seguridad interna, enfocadas en intensificar los patrullajes y las intervenciones en zonas de alta criminalidad. Los uniformados, que se distribuirán en dos batallones, recibirán entrenamiento especializado para el combate urbano.
Despliegue estratégico de las Fuerzas Armadas
De los 163 soldados, 45 llegaron a Santo Domingo. Estos militares se unieron al Batallón de Infantería Libertadores 35, según Jorge Benítez, comandante del Batallón 13 Pichincha. Su misión principal es reforzar las operaciones de ámbito interno en Santo Domingo, La Concordia y Quinindé. Este personal se entrenará en combate urbano y adaptación al territorio para operar con mayor efectividad.
En Esmeraldas, el Batallón de Infantería n.º 13 recibió a cuatro subtenientes y 113 soldados. El comandante de esta unidad, Juan Carlos Arias, manifestó que después del entrenamiento, el nuevo personal se integrará a las tareas de seguridad en esta provincia de la frontera norte. Esta asignación busca fortalecer la presencia militar en zonas estratégicas y apoyar la lucha contra el crimen organizado.
Transición en la vigilancia penitenciaria
Una de las acciones más relevantes de este despliegue es el cambio en la custodia del Centro de Privados de Libertad Bellavista de Santo Domingo. La Policía Nacional asumió la vigilancia de esta cárcel, que antes estuvo a cargo de los militares. Benítez detalló que, junto con el Bloque de Seguridad, se ha logrado la detención de cabecillas e integrantes de grupos delincuenciales.
Ahora, los militares en Santo Domingo continuarán con las operaciones en los exteriores del centro de reclusión y se mantendrán los patrullajes en vías alternas. Estas rutas, como La Aurora y La Merced, suelen ser usadas como vías de escape por delincuentes. La presencia militar busca disuadir a la criminalidad y reforzar el control territorial.