Un nuevo episodio de violencia sacudió la parroquia Eloy Alfaro, en Manta, la noche de este miércoles 13 de agosto , cuando una pareja fue atacada a balazos cerca de la cancha Marcia Chávez en el barrio Horacio Hidrovo. Según moradores, se escucharon más de 20 detonaciones de arma de fuego. Edwin Joel Castro Argote, de aproximadamente 25 años, perdió la vida en el lugar, mientras que Estefanía G., de 21 años, permanece en estado crítico en una casa de salud. Este hecho eleva a 300 las muertes violentas en el distrito que incluye Manta, Montecristi y Jaramijó en 2025.
Testigos relataron que los disparos resonaron en la zona, generando pánico entre los residentes. La Policía Nacional acudió al sitio para acordonar la escena y recolectar indicios balísticos. Hasta el momento, no se han identificado sospechosos ni se ha establecido el móvil del crimen, aunque las autoridades investigan posibles vínculos con la delincuencia organizada.
Inseguridad en Manta
La parroquia Eloy Alfaro, con cerca de 50,000 habitantes, es el epicentro de la violencia en el distrito Manta, que abarca también Montecristi y Jaramijó. Según datos oficiales, en 2025 se han registrado 300 muertes violentas en esta zona. La rivalidad entre bandas como Los Choneros y Los Lobos, vinculadas al narcotráfico y la extorsión, es señalada como la principal causa de estos hechos, según reportes policiales.
En lo que va del año, Eloy Alfaro ha sido escenario de múltiples ataques armados. Por ejemplo, el 9 de enero, cinco personas fueron asesinadas en el barrio Santa Ana. Además, el 3 de mayo, un padre y su hijo murieron en un ataque con más de 50 disparos en el barrio 2 de Agosto.
Respuesta policial
Las autoridades continúan la investigación del caso, analizando cámaras de seguridad y recolectando testimonios. Aunque no se han revelado detalles adicionales sobre el ataque a la pareja, el caso se suma a la alarmante estadística de violencia en Manta.
En este contexto, la comunidad urge soluciones extras, además de la presencia policial. Solicitan programas de prevención y desarrollo social para abordar las causas estructurales del crimen. Mientras tanto, la ciudad de Manta permanece bajo vigilancia, pero los hechos violentos persisten, marcando al distrito como uno de los distritos más peligrosos de Manabí.