La elección del Papa León XIV ha despertado un sentimiento especial en Chone. En la parroquia Santa Rita, varios feligreses lo recuerdan como un sacerdote cercano, alegre y profundamente humano. Su paso dejó una marca silenciosa, pero imborrable, en los corazones de quienes lo conocieron brevemente.
Entre los testimonios más destacados está el de Narcisa Barberán, quien ha servido en la iglesia Santa Rita por más de 40 años. Ella recuerda claramente al entonces sacerdote Robert Prevost, ahora Papa León XIV, durante una visita a los padres agustinos de la parroquia.
Barberán afirma que Prevost compartió momentos con el párroco de ese entonces, Carlos Julio Urbina, y lo acompañó durante varios días en recorridos pastorales por comunidades cercanas. “Era una persona sencilla, saludaba a todos y su alegría era contagiosa”, recuerda con emoción.
Una visita que dejó huella
Según ella, lo vio pasar por la oficina en pocas ocasiones, pero cada una fue suficiente para notar su carácter afable y accesible. Aunque no tiene fotos de aquel momento, debido a la limitada tecnología de entonces, conserva el recuerdo de un apretón de manos acompañado de un afectuoso abrazo.
Barberán relata que aquel encuentro ocurrió hace aproximadamente 18 años, en una época en que los teléfonos con cámara eran escasos.
Los recuerdos, sin embargo, siguen vivos:
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Visitó la parroquia Santa Rita junto a los padres agustinos.
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Compartió recorridos con el párroco Carlos Julio Urbina.
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Saludaba personalmente a los feligreses con calidez.
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Fue recordado por su humildad y alegría.
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Su presencia causó impresión, aunque en su momento pasó desapercibida.
Otros testimonios se suman a esta memoria colectiva que ahora cobra especial significado.
Chone se llena de orgullo por la visita del ahora Papa León

Miguel Andrade, otro feligrés de la comunidad, recuerda haberlo visto desde su ventana. Aunque el encuentro fue a la distancia, aún conserva la imagen de un sacerdote de semblante sencillo, cuya presencia transmitía paz. “Nunca imaginé que llegaría a ser Papa. Eso demuestra que trabajó desde la base, no desde un escritorio”, reflexiona.
Para Andrade, el hecho de que León XIV haya estado en Chone es motivo de orgullo. Considera que fue un sacerdote de acción, comprometido con las comunidades y no con las apariencias.
Etis Cedeño, otra parroquiana, confiesa que se enteró de la visita del Papa gracias a los reportes recientes. Explica que, por la alta rotación de sacerdotes, muchos rostros pasan desapercibidos. Sin embargo, confirmó que Prevost estuvo en Santa Rita cuando el párroco era Carlos Julio Urbina, antes de ser reemplazado por Juan Pablo Linares.
Anécdotas que renacen con la noticia del nuevo Papa
También Colón Alcívar, quien fue presidente Negro en las festividades de San Pedro y San Pablo, aporta su testimonio. Aclara que no presidía en ese momento, pero asistió a la misa en la que participó el ahora Papa. “Fue una homilía profunda, de mucha espiritualidad”, afirma.
Alcívar asegura que en aquella misa se vivió una espiritualidad diferente. “Había algo especial en ese sacerdote. Hoy entiendo que era el plan de Dios”, comenta con fe. Aunque perdió las fotos que tenía junto a él, el recuerdo permanece intacto. “Yo tenía fotos con el ahora Papa, lastimosamente se me robaron mi teléfono y perdí las fotografías”, recordó Alcívar.
Insiste en que lo más importante fue haber compartido con alguien que, sin pretensiones, ya caminaba con vocación de grandeza. “Nos dio una misa que todavía recordamos por su nivel espiritual y su mensaje humano”.
Un paso silencioso y un legado profundo
Dieciocho años después, la comunidad de Santa Rita revive una visita que en su momento pasó casi inadvertida, pero que hoy adquiere un valor inmenso. Las palabras, gestos y acciones del ahora Papa León XIV se convirtieron en semillas de fe sembradas en tierra manabita.
Ese sacerdote alegre y humilde, que saludaba a todos por igual y recorría caminos junto al pueblo, es hoy líder de millones. Para los feligreses de Chone, más que un Papa, sigue siendo aquel hermano cercano que un día caminó entre ellos.