En nuestras vidas, con frecuencia, el bienestar y la prosperidad nos acompañan. Las dificultades, el mal, los males, también nos rodean.
La empatía, el amor, estimulan la vida. El rencor, el odio, nos paralizan.
Ecuador, nuestro país, vive momentos complejos y difíciles. No debe ser esto motivo para lamentos. Hay que luchar con entereza para superar el mal, los miedos que rompen la paz y no dejan trabajar.
El 24 de mayo de 2025, el presidente constitucional de la República, Daniel Noboa Azín, en su discurso renovó los buenos propósitos que van a guiar su Gobierno. Dijo que su Gobierno busca abrir puertas, activar la economía del país, dar a los ciudadanos una razón para quedarse, crecer y creer en su tierra. Habló de romper ciclos y mencionó que no habrá tregua en la lucha contra los grupos delictivos.
Combatir el desorden, derrotar la delincuencia organizada, combatir el desempleo no es fácil, pero hay que superar esas etapas.
Tenemos que poner nuestra cabeza en orden para controlar nuestros sentimientos, nuestras emociones, que la razón no puede controlar.
El equipo que acompaña al presidente de la República tiene que trabajar con diligencia, con esmero, sin amilanarse.
Hay que tener presente el artículo 35 de la Constitución, que dispone: “Atención a grupos vulnerables.– Las personas adultas mayores, niñas, niños y adolescentes, mujeres embarazadas, personas con discapacidad, personas privadas de la libertad y quienes adolezcan de enfermedades catastróficas o de alta complejidad recibirán atención prioritaria y especializada en los ámbitos públicos y privados”.
Un Estado que no protege la vida de los que están por nacer, abandona a los viejos y no rehabilita a los que están en las cárceles, es un Estado que no protege los derechos humanos.
Todos tenemos que cooperar para que la administración de justicia sea confiable. Hay operadores de justicia eficientes, pero hay otros que siembran desconfianza en los fallos.
En el Talmud, texto principal del judaísmo rabínico, se lee: “Desgraciados los jueces que deban ser juzgados por su pueblo”.
Luchemos todos para que en nuestro Ecuador el bienestar, la paz y la justicia reinen en todos los campos.