En Gamiz-Fika, Bizkaia, la Diputación Foral de Bizkaia presentó el descubrimiento del yacimiento prehistórico Erlapiku, una cueva artificial con cinco paneles de pinturas rupestres datadas en la Prehistoria Reciente (5000-1000 a.C.).
Esta fue hallada el 26 de junio de 2025 por Juan Carlos López Quintana y Juan Carlos Izagirre. Todo durante trabajos de recuperación del entorno de la ermita de San Pedro de Atxispe, para iluminar conexiones culturales en el Cantábrico.
En el municipio de Bizkaia
En las colinas verdosas de Gamiz-Fika, un municipio rural de Bizkaia con apenas 1.200 habitantes. Un descubrimiento fortuito ha iluminado un rincón olvidado de la prehistoria. El yacimiento de Erlapiku, una cueva hipogeo —mezcla de formación natural y excavación artificial—, alberga cinco paneles con al menos 25 representaciones humanas esquemáticas, pintadas con pigmentos rojos y negros aplicados con los dedos.
Estas figuras, a menudo con brazos extendidos o en círculo sobre la cabeza, evocan rituales ancestrales. Además, marcan la primera evidencia de arte esquemático en Bizkaia, un territorio hasta ahora carente de vestigios postpaleolíticos.
El hallazgo
Juan Carlos Izagirre, vecino local y apasionado excursionista, alertó a López Quintana sobre posibles abrigos rocosos que inicialmente parecieron refugios de la Guerra Civil. Al explorar, el arqueólogo asomó la cabeza y vio las siluetas rojizas: “Nos llevamos un vuelco”, relató. Este hipogeo mixto, inédito en la zona cantábrica, sugiere usos rituales o funerarios por comunidades neolíticas. De esta manera se conecta a Bizkaia con redes culturales más amplias en la Península Ibérica.
La verificación llegó de expertos independientes: Diego Garate Maidagan, de la Universidad de Cantabria, y Primitiva Bueno Ramírez, de la Universidad de Alcalá de Henares, confirmaron la autenticidad mediante análisis de pigmentos y estratigrafía. Las pinturas, realizadas en momentos distintos, usan ocre natural diluido en agua. Esta es una técnica típica de la Prehistoria Reciente (5000-1000 a.C.), que abarca el Neolítico final y la Edad del Bronce temprana.
Contexto histórico y arqueológico
Bizkaia, con su costa escarpada y valles fértiles, ha sido cuna de arte rupestre desde el Paleolítico Superior, como en Santimamiñe o Atxurra, declarados Patrimonio de la Humanidad en 2008 por la UNESCO. Sin embargo, la Prehistoria Reciente —período de transición a la agricultura y el metal— permanecía en sombras, con solo escasos grabados en la región.
Erlapiku llena este vacío, revelando que las sociedades agroganaderas locales no estaban aisladas, sino integradas en un mosaico cultural ibérico. Según datos del Instituto Vasco de Arqueología (BIA), Bizkaia cuenta con más de 300 yacimientos prehistóricos, pero ninguno con hipogeos decorados, haciendo de este un hito excepcional.