Neil Hopper, un reconocido cirujano vascular británico de 49 años, confesó ante un tribunal haber provocado intencionalmente la amputación de sus piernas con el objetivo de cobrar seguros médicos y satisfacer un fetiche sexual. El caso, que inicialmente fue presentado como una historia de superación personal, terminó siendo uno de los fraudes médicos más escandalosos del Reino Unido.
De símbolo de resiliencia a fraude judicial
En 2019, Hopper fue entrevistado en televisión, donde relató que perdió ambas piernas debido a una sepsis contraída en un campamento familiar. Su testimonio conmovió a la audiencia británica y lo llevó a ser considerado un ejemplo de valentía. Incluso, en 2020, fue nombrado como una de las personas más valientes del país.
Durante esas apariciones públicas, se mostró caminando con prótesis, participó en actividades benéficas y ganó credibilidad como portavoz de pacientes amputados. Sin embargo, la historia estaba construida sobre una mentira deliberada.
Confesión en el tribunal: amputación con hielo seco
En el proceso judicial, el médico reconoció que usó hielo seco para congelar sus extremidades inferiores, provocando un daño irreversible que condujo a su amputación. Posteriormente, presentó reclamaciones falsas a las aseguradoras Aviva y Old Mutual Health, alegando haber sido víctima de una enfermedad grave.
Gracias a estos reclamos, recibió aproximadamente 470.000 libras esterlinas, equivalentes a más de medio millón de dólares. Las compañías aseguradoras iniciaron una revisión cuando surgieron inconsistencias en sus documentos médicos.
Motivaciones sexuales y material extremo
Durante el juicio, Hopper admitió que su decisión también estuvo influenciada por un fetiche sexual, clínicamente conocido como apotemnofilia, una condición caracterizada por la atracción hacia la idea de ser amputado.
La investigación también reveló que consumía pornografía extrema relacionada con mutilaciones, castraciones y contenido ilegal. Estos archivos fueron encontrados en sus dispositivos electrónicos y constituyen una violación a las leyes británicas de protección digital.
El médico fue acusado y admitió tres cargos por posesión de pornografía extrema, además de dos cargos por fraude relacionados con los seguros.
Intento de defensa y postura del tribunal
El abogado defensor argumentó que Hopper sufría desde joven de disforia corporal, particularmente un rechazo hacia sus pies, lo que podría estar relacionado con trastornos de identidad de género. Sin embargo, el tribunal determinó que las motivaciones principales eran sexuales y fraudulentas, y que sus acciones fueron premeditadas con el objetivo de obtener beneficios económicos ilegales.
El juez declaró que no existía justificación médica o psicológica suficiente para explicar su conducta sin considerar su intencionalidad criminal.
Consecuencias legales y profesionales
En 2023, luego de conocerse los primeros indicios del fraude, Neil Hopper fue suspendido del registro médico del Reino Unido, perdiendo su licencia para ejercer. La sanción fue impuesta por el Consejo Médico General tras recibir los reportes de conducta profesional inapropiada.
Este 2025, Hopper fue formalmente acusado y se declaró culpable ante el tribunal de dos delitos de fraude y tres cargos vinculados a la posesión de material ilegal.
Actualmente, espera sentencia judicial, que podría incluir pena privativa de libertad, restitución económica y restricciones futuras.
Un escándalo que sacude al sistema médico
El caso Hopper ha generado gran repercusión en el Reino Unido. Diversas organizaciones médicas y sociales han expresado su preocupación por la facilidad con la que se pudo realizar un fraude de esta magnitud sin una verificación exhaustiva de los antecedentes médicos.
Además, se ha abierto el debate sobre los riesgos de romantizar historias en medios sin validación, así como la necesidad de establecer controles más estrictos en el sector de seguros de salud.
También ha provocado discusiones en el campo de la psiquiatría y salud mental, sobre el manejo adecuado de casos de apotemnofilia y su relación con delitos asociados.
Una doble traición
Lo que fue presentado como una historia inspiradora resultó ser una construcción ficticia, motivada por intereses personales de carácter sexual y económico. El caso de Neil Hopper refleja los límites éticos y legales de las prácticas médicas, y representa un llamado de atención sobre la necesidad de reforzar los mecanismos de control y evaluación médica, mediática y judicial.