Apenas empuja el carrito por la entrada, Luis baja el ritmo. Va sin prisa, como si caminara por un mercado en Quito. Se detiene frente a una caja de plátanos y sonríe. Toma uno, lo revisa, lo huele. “Esto sirve para hacer bolones”, piensa en voz alta. Es sábado por la mañana y como muchos ecuatorianos en Jacksonville, ha llegado a Rowe.
Desde que llegó a Estados Unidos hace casi cuatro años, Luis ha estado buscando maneras de sentirse más cerca de su país. A veces lo consigue con una llamada a su mamá, otras con una canción de Julio Jaramillo. Pero esta vez lo consiguió con un paquete de chifles.
Rowe, una cadena de tiendas con fuerte presencia en comunidades latinas, se ha convertido en un refugio para migrantes como él. Aquí no solo encuentra productos básicos, sino también ingredientes que llevan directamente a su infancia: atún ecuatoriano, sal prieta, mote, panela, jugos de guanábana, salsas de ají y hasta la conocida bebida Pony Malta.
Pasillos con acento ecuatoriano

Luis recorre los pasillos reconociendo marcas que no veía desde que vivía en el sur de Quito. A su lado, otra familia discute si llevar tamarindos o maracuyá. Más adelante, una señora explica en quichua que necesita yuca para su caldo.
Rowe está presente en ciudades como Jacksonville, Orlando, Tampa, Miami, Atlanta, Charlotte, Houston, Dallas, San Antonio y Phoenix, todas con comunidades ecuatorianas cada vez más visibles. La cadena ha sabido adaptarse a las costumbres latinas, ampliando su oferta para reflejar los sabores del sur del continente.
Al fondo, junto a la sección de frutas tropicales, trabaja Alexa Vanegas. Es hija de migrantes y lleva varios meses como empleada en la tienda de Jacksonville, al norte de la Florida. La mayoría de los clientes le hablan en español. Muchos le preguntan si hay choclo, naranjilla o maní molido.
Sabores que cruzan fronteras
#EcuatorianosEnUSA | Una tienda en Jacksonville conecta a migrantes ecuatorianos con sabores, recuerdos y productos típicos de su tierra ➡️ https://t.co/nBHC3xBWR4 pic.twitter.com/4RrPRlOnyh
— Manavisión Canal 9 (@manavisionec) July 7, 2025
“Se pueden encontrar más productos ecuatorianos y frutas de ese país y otros países latinos”, dice con una sonrisa. Para ella, cada conversación con los clientes es un recordatorio de lo que significa migrar y adaptarse sin perder el sabor propio.
Luis llega a la caja con su carrito lleno. Lleva chifles, atún Real, dos mangos maduros y una funda de maíz tostado. Mientras paga, le comenta al cajero que esta noche hará ceviche. Sonríe. No es lo mismo que comerlo en la costa, pero el gusto estará cerca.
Salir de Ecuador no ha sido fácil, pero espacios como este ayudan. Rowe no es solo un supermercado: es un puente. Y para muchos migrantes, es también una forma de no olvidar quiénes son, ni de dónde vienen. (36)