Un ataque aéreo de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en la zona del hospital Nasser en Jan Yunis, Gaza, causó la muerte de al menos 20 personas, entre ellas cinco periodistas de agencias como Reuters, Associated Press y Al Jazeera, según informaron fuentes sanitarias y testigos presenciales.
Israel han reconocido el ataque y han anunciado una investigación, lamentando “cualquier daño a personas no implicadas”. Sin embargo, este incidente se suma a una lista creciente de periodistas muertos en el conflicto, lo que ha provocado una fuerte condena del Sindicato de Periodistas Palestinos, que lo califica de “guerra abierta contra los medios de comunicación”.
Ataque múltiple y víctimas identificadas
El ataque se produjo en dos oleadas. En la primera, el camarógrafo Hussam al-Masri, contratista de Reuters, falleció cerca de un puesto de emisión en directo. Este hecho fue confirmado por funcionarios de salud palestinos y un portavoz de Reuters, que expresó su consternación. El segundo ataque, según testigos y personal del hospital, tuvo como objetivo a los equipos de emergencia que acudían a socorrer a las víctimas, matando a más periodistas, así como a socorristas y personal médico.
Entre los fallecidos se encuentran Mariam Abu Dagga, colaboradora de Associated Press; Mohammed Salama, de la cadena qatarí Al Jazeera; Moaz Abu Taha, periodista freelance; y Ahmed Abu Aziz. El fotógrafo Hatem Khaled, también contratista de Reuters, resultó herido en el ataque. La agencia Reuters ha solicitado urgentemente a las autoridades israelíes y de Gaza ayuda para conseguir asistencia médica para él.
La cadena Associated Press (AP) emitió un comunicado en el que se declaró “conmocionada y entristecida” por la muerte de su colaboradora, Mariam Abu Dagga, destacando que ella acudía frecuentemente al hospital para documentar la situación humanitaria, incluyendo reportajes sobre la desnutrición infantil.
Condena del Sindicato de Periodistas Palestinos
El Sindicato de Periodistas Palestinos ha condenado enérgicamente el ataque, calificándolo como una “guerra abierta contra los medios de comunicación libres”. La organización sostiene que el objetivo de estos ataques es “aterrorizar a los periodistas e impedirles cumplir con su deber profesional de exponer los crímenes de Israel al mundo”.
Según datos del Sindicato, más de 240 periodistas palestinos han muerto por fuego israelí en Gaza desde el inicio de la guerra el 7 de octubre de 2023. Este número supera con creces el de cualquier otro conflicto reciente, lo que subraya el extremo peligro al que se enfrentan los reporteros en la zona.
Hace apenas dos semanas, Israel mató en otro ataque al destacado corresponsal de Al Jazeera, Anas Al-Sharif, junto a otros cuatro periodistas. En ese caso, las FDI reconocieron el ataque, alegando que Sharif trabajaba para el grupo militante Hamás, una acusación que la cadena negó rotundamente.
El riesgo constante del periodismo en Gaza
Trabajar como periodista en la Franja de Gaza implica una exposición constante a riesgos mortales. Ramzi Albayrouti, periodista palestino que trabajó en la región durante 17 años, señaló en una mesa redonda en Vitoria, España, que el trabajo periodístico en Gaza es una profesión de alto riesgo, donde el peligro de ser atacado o asesinado es una constante.
El contexto del conflicto ha llevado a que los periodistas locales sean los únicos en el terreno, ya que Israel ha prohibido la entrada a todos los periodistas extranjeros desde el inicio de la guerra en 2023. Esta situación ha forzado a los periodistas palestinos, muchos de los cuales colaboran con medios internacionales, a trabajar en condiciones extremas y peligrosas.
Albayrouti relató que en este conflicto, los ataques no solo se dirigen a quienes cubren la información, sino que también alcanzan a sus familias en sus propios hogares, un cambio que, según él, eleva el nivel de amenaza.
A lo largo de la historia del conflicto, las oficinas de los medios de comunicación han sido blanco de bombardeos y han tenido que ser evacuadas durante los ataques. Albayrouti destaca que, a falta de lugares seguros, los periodistas han llegado a dormir en las calles o en los patios de los hospitales, considerados como los “mejores lugares para la cobertura” por su cercanía a las víctimas y la posibilidad de documentar los crímenes de guerra.
El impacto en la cobertura y la libertad de prensa
Además de la amenaza física, los periodistas en Gaza enfrentan otros obstáculos. Israel ha impedido la entrada de equipos de protección como cascos y escudos, esenciales para su seguridad. También han cerrado oficinas de medios y bloqueado cuentas en redes sociales, lo que limita la capacidad de los periodistas para informar libremente.
Albayrouti también mencionó que la división política interna en Palestina ha reducido la libertad de expresión, sumando otra capa de complejidad a la labor periodística. A pesar de estos desafíos, los periodistas palestinos han logrado, con gran profesionalismo, informar sobre la brutalidad del conflicto, concienciando al mundo sobre la situación humanitaria y la magnitud de los crímenes que se cometen en la región, sostuvo.
El trágico incidente en el hospital Nasser y el creciente número de víctimas entre la prensa en Gaza subrayan la necesidad de proteger a los periodistas como no combatientes. A pesar de las declaraciones de las FDI sobre su compromiso con la seguridad de civiles, la realidad en el terreno sugiere un patrón de ataques que pone en grave riesgo la vida de quienes se esfuerzan por documentar la verdad del conflicto, haciendo de Gaza uno de los lugares más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo. (10).