De poco servirá incrementar los años de aportes necesarios para la jubilación o aumentar los montos de aportación de los afiliados del IESS sin eficiencia.
Si el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) no adopta políticas dirigidas a la eficiencia y a evitar el desperdicio de recursos nada mejorará.
El IESS es una institución difícil de fiscalizar, que, si bien se dice, es propiedad de los afiliados, en la práctica está sometida al manejo político de los gobiernos de turno, a tal punto que sus recursos ayudan a cubrir los excesivos gastos del Estado y su nómina se adecua a las necesidades que generan los compromisos de los altos funcionarios.
Tal es el descontrol que ni siquiera se conoce con exactitud cuánto ha “prestado” al fisco.
Lo que existe, hasta ahora, son datos tan imprecisos que las sumas difieren según quién haga los cálculos.
«Mientras no cambie el manejo, el IESS será una entidad ineficiente y deficitaria”.
Entonces, tal vez el IESS necesite captar más dinero, pero mientras no se adopten políticas severas para el manejo de los recursos —que obtiene con los aportes mensuales de patronos y afiliados— seguirá siendo una entidad ineficiente, deficitaria y mala prestadora de servicios.
El cambio de condiciones para la jubilación y otras prestaciones demuestra que la cuerda se rompe por el lado más débil, el de los afiliados, pues por parte de la institución no se vislumbran cambios, o al menos no se habla de ellos.
Editorial de El Diario publicado el miércoles 5 de julio del 2023 en nuestra edición impresa.
}