Tinalandia, el punto más crítico de la vía Alóag-Santo Domingo
Con la llegada de las lluvias también aparecen las emergencias en las carreteras.
Los deslizamientos empiezan a ser comunes en la vía Alóag-Santo Domingo, dice Lenier Romero, quien conduce un bus interprovincial desde hace 15 años.
Estos imprevistos ocasionan que se retrase la salida de los buses desde la terminal terrestre, pues los choferes por seguridad deben esperar hasta que se realice la limpieza de la vía, que suele tardar varias horas.
Los transportistas optan por tomar rutas alternas que les conlleva a tener mayores gastos en gasolina, una de ellas es la Calacalí–La Independencia.
A esto se suma el pago de peajes y la entrada de frecuencia a las terminales.
“Hay días que trabajamos en contra, porque por la pandemia tenemos poca demanda de pasajeros”, asegura el conductor.
Fernando Sánchez, administrador de la estación de peaje en Alluriquín, indicó que durante este año se han presentado cuatro emergencias en la vía Alóag, en el tramo provincial. Tres de ellas por deslizamientos de tierra producidos en el kilómetro 85, sector Tinalandia.
Se han dado en ese mismo punto debido a que las lluvias desprenden la materia que hay en una peña de tierra, detalló.
Otro percance lo ocasionó la caída de un árbol, afectando las redes eléctricas.
Para atender estas situaciones, en la estación de peaje hay un equipo de cuadrilla conformado por 17 personas para operar maquinaria y retirar los restos de piedras o escombros de la calzada, cuando los deslaves son pequeños.
Mientras que para evacuar mayores cantidades de tierra, se paga por un servicio externo.
En esta arteria, el año anterior hubo 13 deslaves de gran magnitud.
Esta situación es normal para Guillermo Sánchez, quien vende panes de almidón hace diez años en la carretera.
El hombre ha sido testigo de como los conductores deben dar media vuelta por las emergencias, incluso ha tenido que brindar ayuda para colocar piezas de los vehículos afectados por los deslizamientos y por los baches que hay.
“Todos los años hay emergencias que ocasionan el cierre de esta carretera y eso también afecta a los comerciantes, pues nos quedamos con la mercadería sin vender”, detalló.
La carretera tiene 101 kilómetros de extensión, de los cuales 28,5 están a cargo de la Prefectura de Santo Domingo de Los Tsáchilas, que comprende el tramo desde el redondel Sueño de Bolívar hasta el recinto Unión del Toachi, límite provincial con Pichincha.
