Menos dinero por llevar droga al exterior
Los narcos han evolucionado en sus operaciones en el envío de droga.
Antes para captar a los lancheros, que son quienes llevarán la droga hacia Guatemala o México, les contactaban mediante llamadas telefónicas para sostener reuniones en bares o en canchas deportivas.
Ahora el sistema cambió. Los acuerdos se realizan en parques con mucha afluencia e incluso en centros comerciales, donde este tipo de reuniones pasan desapercibidas.
Juan, nombre protegido, ha hecho varios viajes llevando cocaína desde las costas manabitas a Centroamérica.
Él sostuvo que esta nueva forma de buscar lancheros quiere evitar miradas y comentarios de los propios pescadores.
Aseguró que la mayoría de los hombres de mar conocen quiénes se dedican a captar capitanes de lanchas con al menos cinco años de experiencia, para que hagan el viaje.
Dependiendo si es Guatemala o México, tiene entre tres a cinco días de trayecto de ida y el mismo lapso de regreso.
O vuelven por vía aérea.
“Con la nueva modalidad de contacto entre el que envía y el lanchero, se evita comentarios que puedan poner en riesgo el viaje, porque se conoce que hay policías infiltrados en los lugares de donde se sospecha sale la droga”, afirmó.
Sin intermediarios
En el mundo del narcotráfico se denominan líneas de contacto a quienes se encargan de buscar a los lancheros.
José, que es pescador, afirmó que en la actualidad muchos de los viajeros de la droga prefieren tener nexos directos con los dueños de la mercancía.
Esto porque los denominados líneas de contacto o intermediarios se les llevan hasta un 40 % del pago del viaje.
Ellos sospechan, dijo, que hay intermediarios que los envían a extorsionar cuando el viaje ya se ha realizado y les quitan, bajo amenazas de muerte, el dinero que les dieron como pago adelantado del viaje.
Es por esa razón, aseguró, que en las vías de varios puertos manabitas, de Guayas o incluso en Santa Elena, se han detenido vehículos transportando gran cantidad de dinero sin justificar.
Son los pagos que se realizan de forma directa para el envío de droga con lancheros, es decir, sin intermediarios.
Dependiendo del grupo que envía droga, el contacto se da en Colombia o México, y de ello dependerá el lugar de salida de la lancha.
Los costos no varían, aunque el destino sea diferente, es decir, a Guatemala o México.
E incluso la cantidad de droga que se envía tampoco importa, porque les da lo mismo enviar 750 kilos o hasta más de una tonelada.
Aunque no hay un porqué específico de la disminución del pago de viaje para llevar la droga por vía marítima, con el pasar de los años es evidente que hay una disminución de hasta un 40 %.
“Hace unos diez años, por un viaje pagaban hasta 90 mil dólares, en la actualidad el pago apenas está en 50 o 30 mil dólares y con el peligro de que los extorsionadores te dejen sin nada”, sostiene.
Los acuerdos, dijo el pescador, se dan con la entrega del 50 % a la hora de salida con la droga y el 50 % restante cuando la droga llega por fin a su destino.
Las salidas con el alcaloide se registran en un mínimo porcentaje en puertos pesqueros de la costa ecuatoriana.
Pero la mayoría se coordinan entre el norte de Esmeraldas y en el puerto de Tumaco, en Colombia.
También hay casos similares en Santa Elena.
Los lancheros reciben un porcentaje antes de llevar la droga hacia Guatemala o México.
Los regresos al país se dan por vía marítima o aérea, es allí donde se comprueba los retornos de viajeros sin salidas de país de forma legal. Los lancheros afirman ser víctimas de extorsión y creen que son los mismos que los contratan para los viajes.
