El mango, una de las frutas más consumidas a nivel global, aporta vitamina A, vitamina C, fibra dietética, antioxidantes y potasio, favoreciendo la digestión, el sistema inmunológico, la visión y la salud cardiovascular, lo que explica por qué destaca como una fruta tan valorada en diversas culturas y dietas por todo el mundo.
Composición nutricional del mango
El mango contiene vitamina C, fundamental para fortalecer el sistema inmunitario y promover la producción de colágeno. También es rico en vitamina A, clave para mantener la salud visual y la piel, así como en vitamina E y grupo B, como la B6, que interviene en el metabolismo energético.
Su aporte de fibra dietética favorece la digestión saludable y puede contribuir a regular el tránsito intestinal. Además, el mango contiene potasio, importante para el control de la presión arterial y la función muscular y cardíaca.
El fruto es fuente de antioxidantes naturales como los polifenoles y carotenoides (como el beta-caroteno), que ayudan a combatir el daño oxidativo en las células y podrían tener un papel protector frente a enfermedades crónicas.
Beneficios comprobados para la salud
El consumo regular de mango puede reforzar las defensas inmunológicas, debido a su alto contenido de vitamina C. También contribuye a la salud ocular, gracias a la vitamina A y carotenoides que ayudan a mantener una buena visión especialmente en condiciones de poca luz.
La cantidad de fibra en el mango apoya una digestión eficiente, ayuda a regular el tránsito intestinal y favorece la sensación de saciedad, lo que puede ser útil en el control del peso.
Los antioxidantes presentes en el fruto ayudan a neutralizar radicales libres, lo que colabora en la protección del organismo frente al envejecimiento celular y posibles enfermedades crónicas como las cardiovasculares.
Factores que lo convierten en una fruta preferida
El mango destaca no solo por sus beneficios nutricionales, sino también por su sabor dulce, aromático y jugoso, que lo convierte en un ingrediente versátil en recetas dulces y saladas. Su popularidad se extiende en diversas culturas culinarias, desde salsas y batidos hasta ensaladas y postres.
Además, su estacionalidad –con cosechas que permiten abastecer gran parte del año en regiones productoras– y su disponibilidad global lo hacen accesible en mercados y supermercados.
Su atractivo visual, con una pulpa de colores vibrantes que van del amarillo al naranja, y su textura cremosa, también agregan valor sensorial que favorece su consumo habitual.
Consumo del mango
El mango es una de las frutas tropicales más producidas y exportadas globalmente, con países como India, México, Tailandia y Pakistán como líderes en producción. Su popularidad crece en regiones templadas gracias a cadenas de frío y logística que permiten conservar su calidad.
Diversos estudios nutricionales y organismos de salud promueven al mango como parte de una dieta balanceada. Esto por su densidad de nutrientes y la variedad de compuestos bioactivos que aporta.