El Patriarcado Latino y el Patriarcado Ortodoxo de Jerusalén anunciaron este martes que los sacerdotes y monjas que se encuentran en una iglesia en el norte de la Franja de Gaza no van a evacuar el lugar, pese a los planes de Israel para tomar la ciudad de Gaza por la vía militar.
Es un refugio para civiles en la Franja de Gaza
Así, indicaron en un comunicado conjunto que «el complejo griego ortodoxo de San Porfirio y el complejo de la Sagrada Familia han sido un refugio para cientos de civiles, entre ellos ancianos, mujeres y niños». «En el complejo latino están acogidas desde hace muchos años personas con discapacidad que están bajo cuidados de las Hermanas Misioneras de la Caridad», detallaron.
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«Como el resto de residentes de la ciudad de Gaza, los refugiados que viven en las instalaciones tendrán que decidir en conciencia qué harán. Entre los que han buscado cobijo entre los muros de estos complejos hay muchos debilitados y desnutridos por las dificultades de los últimos meses», recalcaron.
Evacuar sería una «sentencia de muerte»
Por ello, hicieron hincapié en que «abandonar la ciudad de Gaza e intentar huir hacia el sur no sería otra cosa que una sentencia de muerte». «Por este motivo, los sacerdotes y las monjas han decidido quedarse y seguir cuidado a todos los que sigan en los complejos», manifestaron en el comunicado. «No sabemos qué pasará exactamente sobre el terreno no sólo a nuestra comunidad, sino a toda la población», añadieron.
Además, precisaron que «únicamente podemos repetir lo que ya hemos dicho. No puede haber futuro a partir del cautiverio, el desplazamiento de los palestinos o la venganza», insistiendo en que estas acciones «no son las correctas». «No hay motivos que justifiquen el desplazamiento masivo deliberado y forzoso de civiles», se alertó.
De esta forma, reiteraron que «es momento de acabar con esta espiral de violencia, poner fin a la guerra y priorizar el bien común de la gente». «Ya ha habido suficiente devastación, tanto en los territorios como en las vidas de la gente. No hay motivo para justificar el mantener a civiles como prisioneros y rehenes en condiciones dramáticas. Es momento de la curación del largo sufrimiento de las familias en todas las partes», agregaron.
Piden por el final de la guerra en Gaza
Los religiosos también abogaron por la paz en la franja de Gaza. «Con esta misma urgencia, pedimos a la comunidad internacional que actúe para poner un fin a esta guerra destructiva y sin sentido y para el retorno de los desaparecidos y los rehenes israelíes», urgieron, antes de insistir en que «hay más destrucción y muerte en una situación ya dramática» a causa de los últimos ataques israelíes contra la zona de cara a su anunciada ofensiva a gran escala contra la ciudad de Gaza.
«Parece que el anuncio del Gobierno israelí de que ‘las puertas del infierno se abrirán’ está tomando formas trágicas. La experiencia de campañas anteriores en Gaza, las intenciones declaradas del Gobierno israelí con respecto a la operación actual y los informes que nos llegan desde el terreno demuestran que la operación no es solo una amenaza, sino una realidad que ya está en proceso de implementación», advirtieron.
Ya habían denunciado la violencia
El patriarca latino de Jerusalén, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, denunció a finales de julio que la situación en Gaza «es moralmente inaceptable e injustificable». Esto, después de realizar una visita a la ciudad de Gaza junto al patriarca ortodoxo de Jerusalén, Teófilo III, para reunirse con fieles en la única iglesia católica del enclave después de un ataque perpetrado días antes por el Ejército de Israel contra el edificio, que dejó al menos tres muertos.
La ofensiva israelí, desatada tras los ataques del 7 de octubre de 2023, deja ya más de 62.700 palestinos muertos y alrededor de 157.300 heridos.
Con información de Europa Press