La secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, anunció que la valla fronteriza cercana a México empezó a pintarse de negro por orden del presidente, Donald Trump, para elevar la temperatura de la infraestructura e impedir el paso de los migrantes.
«Demasiado alto para escalarlo. Demasiado estrecho para atravesarlo y ahora, por orden del presidente, lo pintarán de negro: tan caliente al tacto que los inmigrantes ilegales ni siquiera lo intentarán», subrayó en un breve mensaje publicado este miércoles en redes sociales.
Es un «escudo» de Estados Unidos
En este sentido, Noem afirmó que la valla «sirve como un escudo y un símbolo», mientras que también representa «un monumento al compromiso inquebrantable del presidente Trump» con Estados Unidos y «la seguridad del pueblo estadounidense».
Trump ya prometió en campaña electoral que gastaría «cientos de miles de millones de dólares más» para proseguir con la construcción del muro, después de que su predecesor, Joe Biden, paralizara el proyecto iniciado por el republicano durante su primer mandato.
Las medidas migratorias de Trump
Desde la llegada de Trump a la Casa Blanca, el magnate ha impulsado una serie de medidas para endurecer las políticas migratorias para poner fin a lo que ha descrito como una «invasión», entre ellas la deportación de cientos de personas indocumentadas a terceros países, como El Salvador.
De hecho, el segundo mandato de Trump comenzó con una serie de acciones inmediatas. El 20 de enero de 2025, firmó la Proclamación 10886, declarando una emergencia nacional en la frontera sur. Esto permitió el despliegue de tropas y recursos militares para reforzar la seguridad.
Otro movimiento clave fue la Orden Ejecutiva 14161, que suspendió indefinidamente las admisiones de refugiados a partir del 27 de enero, cancelando vuelos de personas ya vetadas. Esta medida marcó un cambio respecto al promedio anual de 73.000 refugiados admitidos entre 1975 y 2024. Paralelamente, se ordenó un proceso para seleccionar solo refugiados considerados capaces de «asimilarse», dando voz a estados y localidades en su reasentamiento.
Fortalecimiento de la frontera de Estados Unidos
La construcción del muro fronterizo, iniciada en el primer mandato, se reactivó con un contrato de 70 millones de dólares en marzo de 2025 para siete millas adicionales en Texas.
La Orden Ejecutiva 14167 asignó al ejército un rol formal en la vigilancia, desplegando cerca de 10.000 efectivos y un gasto de 376 millones de dólares hasta marzo.
El Memorando Presidencial de Seguridad Nacional 4 estableció zonas de defensa nacional a lo largo de la frontera, permitiendo detenciones por allanamiento. Estas acciones redujeron las detenciones en la frontera suroeste a 7.181 en marzo de 2025, un 95% menos que en marzo de 2024.
La vigilancia se complementó con tecnología avanzada y la designación de cárteles como organizaciones terroristas extranjeras, un proceso iniciado en enero de 2025 con un plazo de 14 días para recomendaciones. Esto incluyó la posible aplicación de la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, ampliando las herramientas legales para operaciones transfronterizas, especialmente contra el narcotráfico en México. (13).