La inteligencia artificial (IA) está impulsando una profunda transformación en la medicina moderna, orientándola hacia una atención cada vez más personalizada, precisa y accesible, según el informe La tecnología sanitaria ante la digitalización y la inteligencia artificial, elaborado por la Cátedra Interuniversitaria Tecnología, Salud y Sociedad de la Fundación Ortega-Marañón y Fenin.
Avances en imagen médica, robótica e Inteligencia Artificial
El informe destaca cómo la IA aplicada a la imagen médica está optimizando la calidad de las imágenes diagnósticas, reduciendo el ruido y ajustando automáticamente la dosis de radiación. Estas mejoras permiten una adquisición más rápida y segura, con reconstrucciones más eficientes y flujos de trabajo optimizados.
En el campo de la robótica quirúrgica, la inteligencia artificial refuerza las capacidades existentes automatizando tareas repetitivas y mejorando la seguridad intraoperatoria. Además, contribuye a la formación médica, mediante evaluaciones automatizadas de habilidades quirúrgicas y sistemas de retroalimentación en tiempo real, lo cual favorece el aprendizaje de profesionales en formación.
En cuanto a la salud móvil, la IA ofrece soluciones como planes de tratamiento personalizados, monitorización en tiempo real, análisis predictivo y asistentes virtuales, lo que permite atender mejor a poblaciones con alta demanda sanitaria o recursos limitados.
Digitalización asistencial: avances y desigualdades
El informe analiza también el estado de digitalización en áreas clave de los hospitales, como la UCI, Cardiología y Anatomía Patológica, donde se observa un impacto positivo en la eficiencia asistencial. Sin embargo, también señala una alta variabilidad en la adopción tecnológica entre las comunidades autónomas, lo que pone de manifiesto la necesidad de una estrategia unificada a nivel nacional.
Para reducir estas diferencias, el informe recomienda integrar plenamente las soluciones digitales departamentales en la Estrategia Nacional de Salud Digital, y asegurar que todos los centros tengan acceso a infraestructura y formación adecuada.
Brecha digital: riesgo para la equidad en salud
Uno de los principales retos identificados es la brecha digital, tanto entre usuarios como entre profesionales sanitarios. La falta de conocimientos tecnológicos o acceso desigual a dispositivos puede derivar en una brecha en salud, afectando especialmente a personas mayores o en zonas rurales.
Para enfrentar esta situación, el documento subraya la necesidad de invertir en programas formativos continuos, destinados tanto a la población general como al personal médico, con el fin de lograr una adopción inclusiva y equitativa de la tecnología sanitaria.
Retos y soluciones para la implementación de Inteligencia Artificial
El documento identifica una serie de obstáculos clave para la implementación efectiva de la IA en el sistema sanitario:
- Desafíos organizativos, como la resistencia al cambio por parte de algunas direcciones o equipos médicos.
- Retos legales, vinculados al uso, protección y almacenamiento de datos sensibles de salud.
- Desafíos económicos, relacionados con la inversión necesaria para implantar y mantener las nuevas soluciones tecnológicas.
- Limitaciones tecnológicas, como la escasa interoperabilidad entre sistemas y equipos sanitarios distintos.
Propuesta de modelo ético y colaborativo
Para hacer frente a estos desafíos, el informe propone un modelo basado en equipos multidisciplinares compuestos por ingenieros biomédicos, profesionales clínicos y expertos en ética tecnológica. Su objetivo sería diseñar, entrenar e implementar soluciones de IA de forma segura, transparente y ética.
El documento hace especial énfasis en que toda innovación tecnológica en salud debe garantizar la protección del consentimiento informado del paciente, la privacidad de los datos, la seguridad operativa y una ciberseguridad robusta desde su concepción.
Conclusión
La inteligencia artificial, junto con la robótica y la salud digital, está consolidándose como una herramienta esencial para una medicina más personalizada, eficiente y accesible. No obstante, su implantación requiere abordar retos estructurales, éticos y formativos, así como reducir las desigualdades territoriales. La transformación tecnológica de la sanidad solo será exitosa si se fundamenta en una implementación inclusiva, segura y coordinada a nivel nacional.