Alias «La Caraqueña» logró amasar una gran fortuna que gastaba en costosos celulares, zapatillas y ropas de las mejores marcas.
Las trabajadoras sexuales del centro de Lima, en Perú, sentían terror al escuchar el término «La Caraqueña».
Probablemente el nombre de Faridy Zea Hernández no se les hace familiar ni les causaba ningún tipo de reacción.
Sin embargo, al escuchar «La Caraqueña», todo cambiaba.
Panorama, medio de comunicación de Perú reveló que esta joven venezolana sería una de las cabecillas de la banda Hijos de Dios.
Esta es una facción de la peligrosa banda «Tren de Aragua», que, según las autoridades peruanas, se encarga de esclavizar sexualmente a decenas de mujeres extranjeras.
La mayoría de las víctimas eran de nacionalidad venezolana, aunque también había colombianas.
En muchos de los casos en el «Tren de Aragua» no importaba si las víctimas eran menor de edad.
En las redes sociales, «La Caraqueña» se mostraba como una experta “tiktoker”.
Ella hipnotizaba a los posibles clientes con sus sensuales bailes al ritmo de reguetón.
Tenía un gusto particular por los selfies y grabarse coreando las canciones de moda.
Adicta a los selfies y sobre todo a subir contenido al Tik Tok.
La venezolana Faridy Lusimar Zea Hernández, alias La Caraqueña, era una peligrosa delincuente.
Así aseguró el coronel Juan Montúfar Lezama, jefe de la División de Investigación de Trata de Personas de la Policía de Perú.
Para la policía peruana, alias «La Caraqueña» y su nuevo novio cobraban valores a las mujeres que ofrecían sus servicios sexuales en las calles de Lima.
En la lista de las víctimas había incluso menores de edad.
El coronel Montúfar señaló que quienes desobedecían a la mujer sufrían el corte de sus uñas, del pelo, eran golpeadas y hasta recibían balazos en sus piernas.
“Faridy Zea era la encargada del control, el monitoreo y la administración, si se podría decir”, agregó el alto mando policial.
