Los frecuentes ataques de la delincuencia contra los pescadores artesanales vuelven necesario que se aumente el control en alta mar, para evitar que se sigan registrando pérdidas materiales y de vidas en este sector productivo.
A lo largo del perfil costero, Manabí, Esmeraldas, Santa Elena, El Oro… suelen reportarse asaltos contra pescadores, por la falta del control en alta mar.
Los llamados piratas de mar roban materiales de trabajo, motores fuera de borda, aparejos de pesca, e incluso el producto de las faenas, en muchos casos.
Y, siendo este tipo de pesquería una actividad de subsistencia, los afectados quedan sin posibilidad de volver a trabajar mientras no se recuperen de las fuertes pérdidas.
Si bien el problema no es nuevo, en los últimos meses se evidencia un aumento de robos en el mar; incluso se han registrado casos en los que pescadores han muerto o desaparecido en el océano.
“A los pescadores se les exige una serie de requisitos para salir a trabajar”.
Tanto la Policía como la Armada Nacional tienen la responsabilidad de vigilar la seguridad en el mar.
Los pescadores aseguran que les exigen una serie de requisitos para salir a trabajar, pero los delincuentes zarpan y navegan sin controles.
Los trabajadores del mar necesitan garantías para desarrollar sus actividades con seguridad, y esa es tarea del Estado a través de los organismos respectivos.
Editorial de El Diario publicado el martes 20 de junio del 2023 en nuestra edición impresa.
