El Municipio de Guayaquil enfrenta un desafío constante: mantener limpio el Estero Salado. Lo hace a través de la Dirección de Aseo Cantonal, Mercados y Servicios Especiales (DACMSE). El Estero Salado es un ecosistema vital para la ciudad que cada mes acumula alrededor de 1.000 toneladas de desechos.
Desde muebles y electrodomésticos hasta basura domiciliaria y escombros se arrojan clandestinamente. La contaminación amenaza la salud pública, la flora y fauna local, y aumenta el riesgo de inundaciones en la temporada invernal. Este esfuerzo, liderado por la empresa Visolit, busca no solo preservar el ornato de Guayaquil, sino garantizar un entorno más saludable y sostenible para sus habitantes.
Equipo de 108 trabajadores inició la limpieza
La limpieza del Estero Salado se realiza en puntos estratégicos como el puente de la calle Aguirre, Isla Trinitaria, Estero Mogollón, Estero Palanqueado. También llega a Estero Puerto Liza, Estero Las Ranas y la ciudadela Mapasingue. Estas zonas, identificadas por su alta acumulación de residuos, son intervenidas por un equipo de 108 trabajadores. Ellos están equipados con 18 lanchas, camiones de 3,5 toneladas, vehículos de inspección y un sistema de trituración con bandas transportadoras. La operación, supervisada por la DACMSE, aborda desechos de gran volumen que obstruyen el flujo natural del agua, un problema crítico en una ciudad propensa a lluvias intensas.
El impacto de la basura arrojada ilegalmente va más allá de la estética. “Los desechos no solo dañan el ecosistema del estero, sino que dificultan el drenaje, aumentando el riesgo de inundaciones que afectan a miles de familias”, explicó un portavoz de la Alcaldía.
Contaminación afecta a la flora y fauna
La fauna local, como aves y especies acuáticas, también sufre por la contaminación, mientras que la acumulación de residuos eleva el riesgo de enfermedades transmitidas por agua estancada. La empresa Visolit ha sido contratada para esta tarea. Planifica cada intervención según la magnitud de los desechos y las áreas de mayor riesgo, asegurando una limpieza eficiente y continua.
El Municipio enfatiza que la responsabilidad no recae solo en las autoridades. A través de la línea 181, los ciudadanos pueden reportar a quienes arrojan basura o escombros en los esteros, permitiendo sanciones que refuercen la conciencia ambiental. “Cuidar los esteros es un compromiso compartido. Cada desecho que evitamos tirar marca la diferencia para una ciudad más limpia y preparada para el invierno”, señaló un representante municipal. Este llamado busca involucrar a las comunidades en la protección de un recurso natural clave para Guayaquil.
El Estero Salado, un símbolo de Guayaquil
El Estero Salado, que atraviesa el corazón de la ciudad, no solo es un canal hídrico, sino un símbolo de la relación entre Guayaquil y su entorno. Por ello su limpieza, que combina esfuerzos municipales y tecnología especializada, refleja el compromiso de la Alcaldía por mitigar los efectos de la contaminación urbana. Desde el municipio se insiste en que pequeñas acciones, como disponer correctamente de los residuos o denunciar arrojos indebidos, son esenciales para preservar este ecosistema.