Autoridades municipales y la Policía Nacional rescataron a 11 perros de un criadero clandestino en la Precooperativa Martha Bucaram, Guasmo Sur de Guayaquil, durante un operativo realizado la última semana. Los animales estaban destinados a la venta ilegal por redes sociales, en condiciones que vulneraban la normativa de bienestar animal vigente en la ciudad.
Rescate de perros en operativo conjunto
El operativo fue ejecutado por la Dirección de Bienestar Animal del Municipio de Guayaquil con apoyo policial. En el lugar se encontraron 10 perros de raza Pomerania y un Pekinés, confinados en espacios reducidos y sin atención veterinaria adecuada.
Los canes fueron trasladados al Centro de Bienestar Animal, donde recibieron atención médica preventiva, desparasitación y valoración nutricional. Según informó el Municipio, los animales serán reubicados mediante procesos de adopción en hogares responsables, evitando su retorno a la venta ilegal.
La intervención responde a denuncias ciudadanas sobre la cría indiscriminada y comercialización no autorizada de animales de compañía en sectores populares de la ciudad.
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Ordenanza vigente y sanciones aplicables
La Ordenanza de Bienestar Animal de Guayaquil, en su artículo 9, establece la prohibición de comercializar animales de compañía en la vía pública o por medios electrónicos sin autorización municipal.
Las sanciones por incumplimiento van desde multas de 1 a 3 salarios básicos unificados hasta 21 a 100 horas de trabajo comunitario. En casos graves, también contempla la inhabilitación para la tenencia o venta de animales.
Pese a este marco normativo, la práctica de los criaderos clandestinos persiste, debido a la alta demanda de perros de raza en redes sociales y el comercio informal en las calles.
Impacto de los criaderos clandestinos
De acuerdo con reportes del Municipio, estos criaderos funcionan en casas, patios o bodegas improvisadas, donde los perros carecen de alimentación adecuada, control veterinario y condiciones higiénicas mínimas. El objetivo principal es la producción comercial de camadas para obtener ingresos rápidos, sin considerar la salud de los animales.
Especialistas en bienestar animal han señalado que esta práctica expone a los canes a enfermedades contagiosas y problemas de comportamiento derivados del confinamiento. Además, al no contar con controles sanitarios, se genera un riesgo de transmisión de parásitos y virus al entorno.
La venta en internet facilita el contacto entre criadores clandestinos y compradores, dificultando la trazabilidad del origen de los animales y ampliando el mercado de la cría ilegal.
Alternativas legales y adopción responsable
El Municipio de Guayaquil ha reforzado campañas de concienciación sobre la importancia de la adopción responsable como alternativa a la compra en criaderos. Una de estas iniciativas es el programa “Adoptamos Humanos”, impulsado por Proanimal, que promueve la reubicación de perros y gatos rescatados en hogares responsables.
Con este tipo de programas se busca frenar el ciclo de explotación animal y, al mismo tiempo, brindar una segunda oportunidad a los animales víctimas de maltrato o abandono.
Las autoridades insisten en que la colaboración ciudadana es fundamental. Denunciar los casos de cría ilegal, evitar las compras por redes sociales y optar por la adopción son acciones que contribuyen a reducir el problema en la ciudad.
Avances hacia una cultura de respeto animal
En Guayaquil se han intensificado los operativos de control y se promueven campañas educativas. Esto para generar conciencia sobre los derechos de los animales como seres vivos. El objetivo es consolidar una cultura ciudadana que reconozca la necesidad de respeto y protección hacia ellos.
Aunque los rescates evidencian que el problema de los criaderos clandestinos continúa, el fortalecimiento del marco legal. También con acciones conjuntas entre autoridades y organizaciones sociales representan un paso hacia la erradicación de estas prácticas.