Dos meses después de las últimas elecciones del 13 de abril de 2025, Guayaquil lucha por recuperar su estética urbana. Pese al plazo de 30 días que la normativa otorgaba para retirar propaganda electoral, miles de pancartas seguían colgadas en postes, fachadas y espacios no autorizados. Este desorden visual, que afectaba la imagen de la ciudad, llevó al Municipio a intervenir. Desde el 20 de mayo, la Dirección de Justicia y Vigilancia lidera operativos que ya han retirado más de 5.000 elementos publicitarios ilegales.
Las organizaciones políticas RC5, RETO y ADN enfrentan expedientes administrativos por instalar propaganda sin permisos. Según la Dirección de Justicia y Vigilancia, los anuncios se colocaron en infraestructura pública, como postes de alumbrado, y en propiedades privadas sin autorización. Las sanciones por estas infracciones pueden alcanzar hasta 20 Salarios Básicos Unificados (SBU), equivalentes a $10.000 en 2025.
Esta no es la primera vez que el Municipio actúa: en enero de 2025, retiró propaganda y pancartas electorales de cinco organizaciones en zonas regeneradas, como la avenida Francisco de Orellana. El problema de la propaganda electoral irregular no es nuevo en Guayaquil. En 2023, el Municipio retiró 300 pancartas de pasos elevados y zonas regeneradas, abriendo diez expedientes contra agrupaciones políticas.
Regulación y prohibiciones de Pancartas electorales
Las ordenanzas municipales prohíben expresamente colocar publicidad en áreas como la avenida 9 de Octubre o en postes de servicios públicos, ya que obstruyen señales de tránsito y generan riesgos. En 2021, operativos similares retiraron anuncios en sectores como la avenida Carlos Luis Plaza Dañín, reforzando la normativa vigente. Estos antecedentes muestran un patrón de incumplimiento por parte de los actores políticos.
La ordenanza municipal que regula la propaganda electoral establece procedimientos claros para su instalación y retiro. Los partidos deben remover sus anuncios dentro de los 30 días posteriores a las elecciones, un plazo que venció el 13 de mayo de 2025. Sin embargo, muchas pancartas permanecieron, afectando barrios residenciales y vías principales como la avenida de Las Américas. El Municipio intensificó los operativos, priorizando sectores regenerados donde la publicidad daña la inversión en infraestructura urbana.
Además, el Cabildo ha recordado que la normativa prohíbe colgar propaganda en cables eléctricos, postes telefónicos o señales de tránsito, debido a los riesgos de seguridad. En enero de 2025, se retiraron anuncios que obstruían la visibilidad en avenidas como Portete y José María Egas. Estos operativos no solo buscan sancionar, sino también prevenir futuros incumplimientos. La Dirección de Justicia y Vigilancia ha exhortado a los movimientos políticos a respetar las zonas prohibidas, como el Malecón Simón Bolívar y la avenida San Jorge.
Reacción ciudadana y municipal
Aquiles Álvarez, alcalde de Guayaquil, ha destacado que “no importa de qué partido sea la propaganda, si está en zonas prohibidas, se retira”. Esta postura se evidenció cuando se removieron pancartas de ADN en la avenida Francisco de Orellana. Los operativos continuarán hasta garantizar que Guayaquil recupere su imagen urbana. La Alcaldía también planea reforzar campañas educativas para concienciar a los actores políticos sobre sus responsabilidades postelectorales.
Por otro lado, la ciudadanía juega un rol activo en este proceso. A través de redes sociales, los guayaquileños han denunciado la persistencia de propaganda en plazas y parques, presionando a las autoridades para que actúen. En X, publicaciones resaltaron la labor municipal, aunque algunos usuarios critican la falta de sanciones más severas.