Una resaca ocurre cuando el cuerpo reacciona al consumo excesivo de alcohol, y aunque existen remedios caseros populares, no todos ayudan. Según especialistas en medicina interna y toxicología, hay comportamientos que pueden intensificar los síntomas si se realizan durante una resaca. Esta nota reúne información verificada sobre qué no hacer cuando se tiene resaca, con base en recomendaciones de organismos sanitarios y estudios clínicos.
Qué es una resaca y por qué ocurre
La resaca es una combinación de síntomas físicos y mentales que aparece después de consumir alcohol en exceso, usualmente al día siguiente. Incluye dolor de cabeza, náuseas, deshidratación, sensibilidad a la luz, fatiga y dificultad de concentración. Se debe a varios factores, como la deshidratación, el efecto irritante del alcohol en el estómago, los cambios hormonales y la alteración de los ritmos del sueño.
Según el Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo (NIAAA), no existe una cura definitiva para la resaca, pero sí prácticas que pueden empeorarla y que conviene evitar.
Conductas que empeoran los síntomas de la resaca
Uno de los errores más comunes es consumir más alcohol al día siguiente, práctica conocida como “hair of the dog” (pelo del perro). Según la Clínica Mayo, aunque puede dar una sensación temporal de alivio, retrasa la recuperación al forzar al cuerpo a metabolizar más alcohol.
Otra acción contraproducente es tomar medicamentos como paracetamol (acetaminofén) sin supervisión médica. En combinación con el alcohol, este analgésico puede causar daño hepático. La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) desaconseja su uso si se sospecha que aún hay alcohol en el organismo.
Asimismo, ingerir bebidas con cafeína en exceso puede aumentar la deshidratación y causar irritación gástrica, agravando síntomas como el dolor de cabeza y la sensación de debilidad.
Actividades físicas y hábitos que deben evitarse
Realizar actividad física intensa durante una resaca puede ser peligroso. El cuerpo ya está en un estado de deshidratación y desequilibrio electrolítico, lo que eleva el riesgo de sufrir desmayos, mareos o lesiones. Es recomendable esperar a estar completamente recuperado antes de retomar el ejercicio físico regular.
También es importante evitar permanecer en ayunas. Saltarse comidas puede empeorar la hipoglucemia (bajo nivel de azúcar en sangre), común durante una resaca, y acentuar síntomas como irritabilidad, fatiga o visión borrosa. Se recomienda una alimentación ligera, rica en carbohidratos complejos, como pan integral o arroz blanco.
Además, no dormir lo suficiente es otro factor que agrava la resaca. El alcohol interrumpe los ciclos normales del sueño, por lo que descansar adecuadamente el día siguiente puede contribuir significativamente a la recuperación.
Recomendaciones basadas en evidencia médica
Organismos de salud como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) coinciden en que el mejor tratamiento para una resaca es la rehidratación, el descanso y una dieta equilibrada. La vitamina B y el zinc también han demostrado ser útiles en estudios clínicos, aunque no deben considerarse como cura, sino como apoyo al proceso de recuperación.
Los profesionales de la salud recomiendan también evitar el uso de remedios naturales no comprobados, ya que algunos pueden interactuar con residuos de alcohol en el organismo o no tener ningún efecto real.
Finalmente, es importante mencionar que la intensidad de la resaca varía según factores individuales, como el tipo y cantidad de alcohol consumido, el peso corporal, la alimentación previa y la tolerancia personal.
En resumen, ante una resaca, conviene no consumir más alcohol, evitar ciertos medicamentos, no hacer ejercicio intenso, mantenerse hidratado, y descansar lo suficiente. Conocer qué prácticas evitar permite reducir la duración e intensidad de los síntomas y contribuye a un proceso de recuperación más efectivo y seguro.