Los cólicos menstruales, o dismenorrea, afectan a más del 50% de las mujeres en edad reproductiva en Ecuador, según datos del Instituto Ecuatoriano de Estadísticas y Censos (INEC). Este dolor, que suele manifestarse antes o durante la menstruación, puede variar de leve a severo, impactando la calidad de vida de muchas mujeres. Sin embargo, existen estrategias respaldadas por expertos para mitigar estos síntomas antes de que comience el periodo, combinando métodos caseros, médicos y cambios en el estilo de vida.
La dismenorrea primaria, causada por contracciones uterinas debido a la liberación de prostaglandinas, es la forma más común de cólicos menstruales. Por su parte, la dismenorrea secundaria puede estar asociada a condiciones como endometriosis o fibromas, que requieren atención médica especializada. En Ecuador, donde el acceso a la atención ginecológica puede ser limitado en áreas rurales, los remedios caseros y preventivos son esenciales para muchas mujeres.
Estrategias preventivas y remedios caseros
La Dra. Rosalía García Ruiz, ginecóloga del Centro Médico ABC, recomienda iniciar medidas preventivas 24 a 48 horas antes del periodo. “El uso de antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como ibuprofeno o naproxeno, puede reducir la producción de prostaglandinas, disminuyendo el dolor”, explica. Asimismo, sugiere aplicar calor en el abdomen bajo, ya que relaja los músculos uterinos y mejora el flujo sanguíneo, aliviando los espasmos. Estudios de la Fundación Mayo para la Educación e Investigación Médica confirman que las compresas calientes son efectivas para el 70% de las mujeres con dismenorrea primaria.
Por otro lado, la Dra. Ana López, especialista en ginecología de la Fundación Cardiovascular de Colombia (FCV), destaca el papel de la dieta y el ejercicio. “Reducir el consumo de azúcares y sodio antes del periodo puede disminuir la inflamación y la retención de líquidos, lo que reduce los cólicos”, afirma. Además, actividades como yoga o caminatas ligeras liberan endorfinas, analgésicos naturales que atenúan el dolor. En un estudio de la Universidad de Oxford, el 60% de las mujeres que practicaban ejercicio regular reportaron menos intensidad en los cólicos.
Tratamientos médicos y consulta especializada
Cuando los cólicos son severos, los expertos recomiendan consultar a un ginecólogo para descartar causas subyacentes. En Ecuador, se estima que el 10% de las mujeres con dismenorrea padece endometriosis, según datos del Ministerio de Salud Pública. En estos casos, los anticonceptivos hormonales, como píldoras o dispositivos intrauterinos, pueden reducir los síntomas al regular los niveles hormonales. “Es crucial no automedicarse y buscar un diagnóstico preciso”, advierte la Dra. García, quien añade que procedimientos como la laparoscopia pueden ser necesarios para tratar condiciones como la endometriosis.
Además, los masajes con aceites esenciales, como lavanda o manzanilla, han mostrado beneficios en estudios preliminares. En Quito, centros como el Hospital Metropolitano han implementado programas de educación menstrual, donde se promueven técnicas de relajación y el uso de infusiones de jengibre o manzanilla, conocidas por sus propiedades antiinflamatorias y antiespasmódicas.
Recomendaciones y estilo de vida
Para prevenir los cólicos, mantener un sueño regular de 7 a 9 horas y reducir el estrés son medidas clave. La Dra. López señala que el estrés crónico puede aumentar la percepción del dolor, exacerbando los síntomas. Técnicas como la meditación o la respiración profunda han demostrado ser útiles. En Ecuador, iniciativas comunitarias en Guayaquil y Cuenca fomentan talleres de yoga menstrual, ayudando a mujeres a gestionar el dolor de forma natural.
Finalmente, el seguimiento de los síntomas mediante aplicaciones como Clue puede ayudar a identificar patrones y buscar ayuda médica oportuna. Si los cólicos persisten o interfieren con las actividades diarias, es fundamental acudir a un especialista para un diagnóstico adecuado.