En un país donde el fútbol sigue marcado por la cultura del “macho”, Gabriel Urbina rompe estereotipos con cada atajada. Su sello: caminar como reina de belleza tras cada jugada. Lo que para algunos es comedia, para otros es un verdadero acto de libertad y resistencia cultural.
Gabriel Urbina juega futsal en ligas locales de Nicaragua como arquero de La Primavera. Pero no es un portero cualquiera. Tras cada tajada, convierte la cancha en pasarela y posa como si estuviera en Miss Universo. El resultado: se volvió sensación en TikTok, donde lo apodaron “la dama del futsal” y la “Sheynnis del fútbol”, en honor a Sheynnis Palacios, Miss Universo 2023.
Rompiendo el guión del “macho futbolero”
El fútbol en América Latina suele estar asociado a códigos de virilidad, fuerza y rudeza. Urbina desafía esas reglas introduciendo gestos ligados a la feminidad. Lejos de ser simple humor, su estilo encarna lo que la filósofa Judith Butler llama “performance de género”: mostrar que la identidad no es fija, sino un rol aprendido y repetido.
El apodo de “Sheynnis del fútbol” no es casualidad. Sheynnis Palacios, Miss Universo 2023, fue exiliada de Nicaragua tras haber participado en protestas contra el régimen de Daniel Ortega. Ella se convirtió en un ícono no solo de belleza, sino también de resistencia política y cultural. En su pasarela, Gabriel trae esa misma carga simbólica: sin mencionarlo abiertamente, convierte el arco en un escenario donde el glamour, la libertad y la diversidad desafían al poder y al machismo.
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Un golazo cultural
Para algunos, sus gestos son pura diversión. Para otros, una declaración poderosa: abrir la cancha para todos los modos de ser, más allá de las etiquetas. Urbina demuestra que el fútbol también puede ser un espacio de diversidad y creatividad, donde se puede parar goles… y de paso caminar como reina.
Y mientras sigue robándose las miradas en cada liga local, Urbina demuestra que el arco puede ser resistencia cultural y política. Gabriel no solo ataja balones: convierte cada jugada en un desfile que cuestiona estereotipos y abre camino a otras formas de ser y estar en el deporte más popular del continente.