El impacto medioambiental negativo de los perros domésticos fue constatado en una investigación de la Universidad de Curtin, que recalca su gran alcance sobre la vida silvestre y la naturaleza.
Si bien el daño ecológico causado por los gatos ha sido ampliamente estudiado, la nueva investigación descubrió que los perros, como los carnívoros grandes más comunes del mundo, representan una amenaza ambiental significativa y multifacética, tal y como se incide en un artículo en ‘Pacific Conservation Biology’.
El investigador principal, el profesor asociado Bill Bateman, de la Facultad de Ciencias Moleculares y de la Vida de Curtin, expone que la investigación encontró que los perros domésticos propiedad de humanos perturban y dañan directamente la vida silvestre, particularmente a las aves playeras, incluso cuando están atados.
«Además del comportamiento depredador, como perseguir animales salvajes, los perros dejan olores, orina y heces. Esto puede alterar el comportamiento animal mucho después de que se hayan ido», dijo Bateman.
«Estudios han descubierto que animales como ciervos, zorros y gatos monteses son menos activos o evitan las áreas donde se pasea a los perros. Esto, incluso, en ausencia de ellos», añadió.
Desechos del perro afecta la naturaleza
El experto agregó que «los desechos de los perros contribuyen a la contaminación de los cursos de agua e inhiben el crecimiento de las plantas». Mientras que «los desechos de los químicos utilizados para limpiar y proteger a los perros pueden agregar compuestos tóxicos a los ambientes acuáticos», destacó.
Bateman indicó que abordar estos desafíos requiere un equilibrio entre la reducción del daño a la naturaleza y el mantenimiento del papel positivo del perro. Lo destacó como compañero y animal de trabajo.
«Los perros son increíblemente importantes para la vida de las personas. Sus funciones varían desde brindar compañía hasta contribuir a los esfuerzos de conservación como perros de detección», planteó. Sin embargo, precisó que «la gran cantidad de perros en el mundo, sumada a comportamientos desinformados de algunos dueños, está generando problemas ambientales».
Un llamado de atención para los humanos con mascotas
El estudio muestras barreras para la tenencia sostenible de mascotas, ya que 12% de dueños están dispuestos a pagar más por alimentos ecológicos.
Según se precisó, esto se debe principalmente al aumento de los precios. Además, la falta de concienciación entre los dueños sobre el impacto del perro en la naturaleza agrava el problema.
«Muchos propietarios simplemente no se dan cuenta del daño ambiental que pueden causar los perros, desde perturbar la vida silvestre hasta contaminar los ecosistemas», incide el profesor asociado Bateman. «Otros pueden sentir que sus acciones individuales no harán la diferencia, lo que conduce a una ‘tragedia de los comunes’ donde los espacios compartidos como las playas y los bosques sufren una degradación acumulativa.
Medidas restrictivas como la prohibición de perros en zonas sensibles son necesarias para proteger a las especies vulnerables, pero no son una solución definitiva.
Por ello es importante la colaboración entre dueños de perros, grupos conservacionistas y legisladores para desarrollar estrategias que equilibren la tenencia de mascotas con el cuidado del medio ambiente.