En Roma, Italia, coincidiendo con el prestigioso Masters 1000 que se celebra en el Foro Itálico, la Iglesia Católica eligió al estadounidense Robert Prevost como su nuevo líder, quien tomará el nombre de Papa León XIV. La elección, que tuvo lugar tras el consenso de los 133 cardenales electores al segundo día de cónclave, ha revelado un detalle curioso sobre el nuevo pontífice: su marcada afición por el tenis.
Papa León XIV: sus pasiones
La noticia de la elección de Robert Prevost como el nuevo Papa León XIV ha resonado a nivel global. Su designación marca un nuevo capítulo para la Iglesia Católica. Sin embargo, más allá de su rol eclesiástico, ha trascendido un aspecto personal que lo conecta con el mundo del deporte: su pasión por el tenis.
En una entrevista previa, concedida a la Agustinian Order en septiembre de 2023, quien entonces era cardenal compartió detalles íntimos sobre sus intereses y aficiones. Entre ellos, destacó su amor por el tenis, describiéndose a sí mismo como un «tenista aficionado».
«Me considero un tenista aficionado. Desde que salí de Perú, he tenido pocas oportunidades para practicar, así que estoy deseando volver a la cancha. Este nuevo trabajo no me ha dejado mucho tiempo libre hasta ahora», expresó Prevost en la mencionada entrevista. Esta declaración revela un anhelo por retomar una actividad que disfrutaba antes de asumir responsabilidades eclesiásticas de mayor envergadura.
Disfruta de la lectura y largas caminatas
Además de su interés por el tenis, el nuevo Papa mencionó su disfrute por la lectura, las largas caminatas y las conversaciones con amigos. Estos pasatiempos pintan un retrato de un líder con intereses diversos y una apreciación por las actividades que fomentan la reflexión y la conexión personal.
El contexto de la elección papal en Roma, mientras se desarrolla un importante torneo de tenis, añade un matiz interesante a la noticia. La cercanía geográfica de ambos eventos subraya la coexistencia de lo sagrado y lo deportivo en la capital italiana.
La revelación de la afición de Papa León XIV por el tenis podría generar un nuevo punto de conexión entre la Iglesia Católica y los seguidores de este deporte a nivel mundial. Su deseo de «volver a la cancha» podría interpretarse como una señal de su intención de mantener aspectos de su vida personal a pesar de las exigencias de su nuevo rol.