En Ambato, el 29 de septiembre, alrededor de 2 000 indígenas marcharon en el octavo día del paro nacional para exigir al presidente Daniel Noboa que derogue la eliminación del subsidio al diésel, medida que elevó el precio del galón de 1,80 a 2,80 dólares.
Masiva movilización en Ambato
La protesta reunió a los pueblos Chibuleo, Salasaka, Quisapincha y Tomabela, además de otras comunidades de Tungurahua. Los manifestantes se movilizaron hacia la Gobernación de Tungurahua, donde esperaban un encuentro con la gobernadora Daniela Llerena.
La Conaie informó que las calles céntricas de Ambato fueron escenario de la marcha pacífica. Decenas de personas se concentraron frente a la Catedral, punto de encuentro tradicional en la ciudad. Tungurahua se sumó de esta manera a las movilizaciones iniciadas el 21 de septiembre, que hasta ahora habían tenido mayor fuerza en el norte del país, principalmente en Imbabura.
Demandas del movimiento indígena
Además del rechazo a la eliminación del subsidio, los dirigentes plantearon otras exigencias. Entre ellas están el cese de la represión en protestas, la libertad de los detenidos en Otavalo, el retorno de recursos a asociaciones sociales y la garantía de independencia de la Corte Constitucional.
El presidente de la Conaie, Marlon Vargas, señaló que las comunidades no darán “ni un paso atrás” en la resistencia. Advirtió que si el Gobierno no revierte la medida, el país enfrentará un “caos nacional”. “Señor presidente, si se hace caos en el Ecuador, el único responsable será usted. No queremos que se repita lo de 2019 y 2022”, expresó Vargas en declaraciones públicas.
Contexto histórico de las protestas
El movimiento indígena recordó que en 2019 y 2022, las movilizaciones lograron que los expresidentes Lenín Moreno y Guillermo Lasso dieran marcha atrás en decisiones similares sobre combustibles. En ambas ocasiones, los intentos de eliminar los subsidios generaron paralización nacional, enfrentamientos con la fuerza pública y acuerdos alcanzados tras intensas negociaciones.
El actual Gobierno, encabezado por Daniel Noboa, insiste en que la eliminación es irreversible. Según el Ejecutivo, la medida busca evitar beneficios al contrabando y a la minería ilegal, ya que los subsidios no llegaban de manera efectiva a los sectores vulnerables.
Movilización en expansión
La Conaie confirmó que más pueblos indígenas del país se organizan para sumarse a las protestas. Vargas reiteró que mantendrán la resistencia mientras no existan soluciones reales.
El paro nacional entra en su noveno día con un escenario de tensión creciente entre el Ejecutivo y el movimiento indígena.
Hasta ahora, las marchas han sido principalmente pacíficas, aunque las organizaciones sociales advierten que podrían intensificarse si no hay apertura al diálogo.