El entrenador de la selección ecuatoriana, Sebastián Beccacece, dejó claro que el objetivo del equipo de todos en el Mundial 2026 es ambicioso, pero realista: lograr el mejor desempeño de la historia de Ecuador en una Copa del Mundo. “Vamos por ese objetivo tangible de ver si somos capaces de hacer nuestro mejor Mundial y después, todo lo que venga, soñemos”, señaló el técnico en una conferencia de prensa.
El mensaje del DT llega en un momento clave, con la Tricolor bien posicionada en las Eliminatorias sudamericanas, pero con la mirada puesta más allá de la clasificación. “Intentaremos meternos en ese lugar de privilegio, siempre con cautela, ni con el éxito prematuro de dejarnos llevar porque un jugador de selección haya ganado un título. La selección debe funcionar como equipo, mejorar el presente”, recalcó.
Beccacece también respondió a las declaraciones recientes de Moisés Caicedo, quien habló de la posibilidad de que Ecuador sea campeón del mundo. El entrenador no descartó la ambición, pero puso los pies sobre la tierra. “Se tienen que dar un montón de factores. Si no creyera que tengo jugadores que nos pueden alcanzar el sueño, no estaría acá. Primero vamos por nuestro mejor Mundial y, después, por qué no soñar con más”, aseveró.
La hoja de ruta previa a 2026 de Beccacece
Antes de pensar en Estados Unidos, Ecuador tendrá que encarar compromisos determinantes en las Eliminatorias. En septiembre, el combinado nacional se medirá a Paraguay y Argentina, partidos que pueden definir la ubicación en la tabla y, de paso, influir en el sorteo del Mundial. “Si logramos terminar arriba en la clasificatoria y eso nos coloca en el bombo 2, bienvenido sea. Cada partido lo queremos ganar, incluso ante selecciones tan fuertes como Paraguay, que desde que asumió su DT ha sumado un punto más que nosotros, o la campeona del mundo, Argentina”, explicó el estratega.
Tras esos duelos, la planificación contempla una serie de amistosos que servirán como banco de pruebas. En octubre, Ecuador jugará contra México y Estados Unidos; en noviembre, contra Canadá y Nueva Zelanda. “En marzo queremos rivales europeos, asiáticos o africanos que nos permitan medirnos con selecciones clasificadas al Mundial”, detalló Beccacece.
Juventud y experiencia: el equilibrio del grupo
Uno de los puntos que más destacó el técnico fue la conformación de un plantel joven, pero respaldado por referentes. “Somos la selección más joven de Sudamérica, con un promedio de 23-24 años. Tenemos a Hernán (Galíndez) y a Enner (Valencia) como líderes de experiencia, pero hay mucho futuro y eso nos ilusiona”, expresó.
Beccacece resaltó, además, la evolución del futbolista ecuatoriano. A su criterio, hoy el talento nacional se exporta de forma natural a Europa, y no solo por cualidades físicas. “Tienen otra mentalidad. Han añadido interpretación y criterio a la hora de jugar, no se trata solo de correr. Saben tomar buenas decisiones y sostenerse en equipos de élite. Eso es motivo de orgullo y hay que celebrarlo”, afirmó.
Ajustes para el tramo final de las Eliminatorias
Consciente de que la recta final clasificatoria requerirá máxima concentración, el cuerpo técnico introducirá cambios en la logística. “Ya no habrá invitados ni sparrings. Haremos un microciclo con juveniles y algunos mayores si los clubes nos los facilitan. Además, entrenaremos cerca del lugar del primer partido para reducir viajes y llegar mejor al segundo compromiso contra Argentina”, explicó.
Ecuador afronta este camino con una mezcla de realismo y ambición. Beccacece ha puesto sobre la mesa un reto claro: hacer historia y consolidar a la Tricolor como una selección capaz de competir de igual a igual con las potencias del fútbol mundial. El sueño de Moisés Caicedo y de millones de ecuatorianos está ahí; ahora, el desafío será convertirlo en la campaña más brillante que haya firmado la selección en un Mundial