Resulta lamentable que, cuando la pandemia de covid-19 no tiene signos de desaparecer, en los hospitales públicos haya equipos dañados y se restrinjan servicios como, por ejemplo, los de laboratorio.

En el hospital Rafael Rodríguez, en Manta, el daño en el electrocardiógrafo aumenta la preocupación, porque con el repunte de casos de covid y el incremento de enfermedades virales a consecuencia de los cambios en el clima se requiere este equipo; en el hospital Verdi Cevallos, de Portoviejo, se denunció la semana pasada que había daños frecuentes en el sistema de aires acondicionados.

Y no se diga del Hospital de Especialidades, de Portoviejo, parcialmente sin uso a consecuencia de un incendio y del lento manejo de los asuntos públicos.

«Hay falta de recursos para atender las necesidades, así como excesiva burocracia”.

Los funcionarios y técnicos de cada casa de salud deben ser más prolijos en el mantenimiento de los equipos, pero el problema también se deriva de la falta de recursos para atender al sector sanitario y de la excesiva burocracia que afecta a este sector.

Es impensable que los ciudadanos tengan que pagar exámenes básicos en laboratorios privados porque no hay insumos en las instituciones del Ministerio de Salud.

Es incomprensible que se luche contra una pandemia, pero se descuide la provisión para el cuadro de vacunas de los niños, lo cual también podría desencadenar enfermedades.

Editorial de El Diario publicado este miércoles 15 de diciembre del 2021 en nuestra edición impresa.