Carlo Ancelotti, entrenador de la Selección Brasileña, dirigirá el martes 9 de septiembre de 2025 en el Estadio Municipal de Villa Ingenio, El Alto, contra Bolivia, utilizando su característico hábito de mascar chicles para gestionar el estrés de las eliminatorias al Mundial 2026.
Brasil enfrentará a Bolivia en el Estadio Municipal de Villa Ingenio en El Alto, a 4,100 metros de altitud sobre el nivel del mar. El técnico italiano, conocido por su exitosa carrera con cinco títulos de Champions League, ha llamado la atención no solo por su estrategia futbolística, sino también por su peculiar hábito de mascar chicles durante los partidos. Ancelotti utiliza Mentos Pure Fresh, una marca que elige por su frescura, como una herramienta para controlar el estrés que le generan los encuentros.
Ancelotti, quien asumió el cargo de entrenador de Brasil en mayo de 2025, ha confesado que este hábito comenzó como un reemplazo al tabaco, un vicio que abandonó debido a las prohibiciones de la FIFA y las autoridades deportivas en los estadios. “Fumaba mucho, incluso en el banquillo, pero los chicles me ayudan a quitarme el estrés”, explicó. El técnico señaló que durante los partidos sus pulsaciones suben a 120 por minuto, pero el acto de mascar chicle las reduce a niveles más cercanos a las 63 pulsaciones que tiene en reposo.
Un ritual bajo los reflectores
El hábito de Ancelotti ha sido captado en numerosas ocasiones por las cámaras, que lo muestran tomando varios chicles de su caja, especialmente en momentos de alta tensión. “Solo mastico chicle durante los partidos. Es una forma de descargar la tensión y concentrarme”. En el encuentro de eliminatorias de junio de 2025 contra Ecuador, el periodista brasileño Carlos Gil contó que Ancelotti consumió ocho chicles: cinco en el primer tiempo y tres en el segundo.
Medios españoles estiman que Ancelotti, con una carrera que abarca unos 950 partidos oficiales dirigidos, ha consumido aproximadamente 13,000 chicles, masticando entre 10 y 14 por encuentro. Considerando que un paquete de Mentos Pure Fresh con 10 chicles cuesta cerca de 1 euro, el técnico habría gastado alrededor de 1,500 euros en chicles a lo largo de su trayectoria. “No sé cuántos mastico, no los cuento. Es el único momento de mi vida en que lo hago habitualmente”, confesó Ancelotti a Jorge Valdano en una entrevista.
Del tabaco al chicle: un cambio saludable
El origen de este ritual está ligado a su pasado como fumador. Ancelotti reveló que solía fumar cigarrillos durante los partidos, pero tras las regulaciones que prohibieron el tabaco en las áreas técnicas, optó por los chicles como una alternativa menos perjudicial. “Me gustaba fumar, ahora uso cigarrillos electrónicos. Los chicles me sirven para eso”, explicó al exfutbolista argentino. Este hábito se ha convertido en una marca personal, y sus colaboradores se aseguran de que nunca le falten sus chicles, un detalle que no pasará desapercibido en El Alto.
El técnico italiano también describió las sensaciones previas a un partido. “Siempre hay estrés, pensamientos negativos, malestar físico, sudoración y pulsaciones altas”. En este contexto, los chicles se han convertido en una herramienta clave para mantener la calma mientras dirige a una selección que ya aseguró su clasificación al Mundial 2026 tras vencer a Paraguay por 1-0 en junio de 2025.
Expectativas en El Alto
El partido contra Bolivia representa un desafío adicional para Ancelotti debido a la altitud de El Alto, que puede afectar el rendimiento físico de los jugadores. Brasil, con 28 puntos en las eliminatorias, ocupa el segundo lugar en la tabla de Conmebol, detrás de Argentina. Ancelotti, quien ha excluido a jugadores como Vinícius Jr. y Rodrygo para este encuentro, busca probar nuevos talentos en un escenario exigente.
El entrenador italiano, con su experiencia y su inseparable caja de chicles, será el centro de atención en Villa Ingenio, donde intentará liderar a Brasil hacia una victoria que consolide su preparación para el Mundial.