Sobreviviente de naufragio ve a sus amigos en sueños



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A Favio Barceló, el único sobreviviente de un naufragio, le cuesta conciliar el sueño porque en él ve a sus amigos pidiéndole ayuda.

Él salió de faena de pesca en una lancha con Heriberto Holguín y Jhon Palma, desde la parroquia San Mateo, el martes pasado.

Favio dice que ya era de noche y él iba en la proa, en la parte delantera de la lancha, hasta que hubo un impacto fuerte con una ballena que hizo que los tres tripulantes caigan al agua y, como el motor de la lancha estaba encendido, la embarcación siguió su viaje sin ellos.

En un primer momento se agarraron de las gavetas plásticas que quedaron en el agua, pero estas nos los ayudaban a mantenerse a flote.

Juntos empezaron a nadar hacia la orilla y se guiaban por las luces en la costa. La idea era nadar lo más cerca posible de la orilla y que alguna lancha los viera y los recogiera, pero no fue así, dice Favio.

Se cansaron. Se agotaron, a pesar de que se habían quitado la ropa para estar más livianos en el agua y de que se ayudaban mutuamente.

El primero en ahogarse fue Jhon, después Heriberto, dice Favio con la voz bajita y el rostro apagado.

Luego dice que hizo lo que pudo para ayudarlos, pero también se estaba quedando sin fuerzas. Entonces rezó en su mente pidiendo fuerzas para seguir nadando.

En el camino hacía pausas para tomar aire y seguir aferrado a la vida. Se dejaba llevar por la corriente. Y cree que saber nadar le ayudó a mantenerse con vida. En el agua lo cogió un nuevo día, miércoles, y desde donde estaba podía ver las montañas de la costa que para ese momento eran su faro.

La corriente lo llevó hasta el sitio El Abra, donde estuvo en la playa sin poder levantarse. No sabe cuánto tiempo. Aunque intentaba ponerse de pie, su cuerpo no respondía. Cuando finalmente pudo hacerlo, salió hasta la carretera a pedir ayuda.

Un conocido de San Lorenzo que pasaba en un carro lo recogió y lo llevó hasta un centro de salud.

Han pasado siete días desde la tragedia, y Favio, que tiene 20 años, no quiere volver a pescar. Dice que estaba en este oficio porque no tiene trabajo, ya que hace cuatro meses que llegó de Venezuela, donde dejó a sus padres, a quienes ayuda.

Después del naufragio

Desde la tragedia le cuesta conciliar el sueño y a veces se despierta porque escucha a sus amigos pidiendo ayuda.

Por ese motivo está recibiendo atención psicológica. Además, debe hacerse un tratamiento porque los médicos le dijeron que tiene agua en los pulmones.

Los familiares de Heriberto Holguín y Jhon Palma no han parado de buscar sus cuerpos con ayuda de la comunidad y del Cuerpo de Bomberos de Manta. Ayer, por ejemplo, a las 10 de la mañana salió un grupo de pescadores a seguir buscando a los fallecidos. Los familiares oran para poder recuperarlos porque quieren darles sepultura.
El domingo hubo un rumor de que habían hallado uno de los cuerpos y por ello se movilizó a la Policía y Fiscalía hasta San Mateo, pero la noticia del hallazgo fue falsa.

Las causas más frecuentes de las muertes de pescadores en altamar son los accidentes. Estos pueden ir desde choques de embarcaciones, naufragios, ahogamientos. Algunas organizaciones pesqueras recomiendan a los pescadores usar sistemas de seguridad como los chalecos salvavidas.  



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