La historia de Lucía, una embarazada a quien le mataron a su esposo

Lucía Chávez le faltaban tres semanas para dar a luz a su segundo hijo cuando mataron a su esposo: Joffre Adolfo Zambrano Zambrano.
Él tenía 22 años y trabajaba como albañil. Pero la noche que lo asesinaron, un 3 de mayo de 1993, estaba como guardia de la librería Horizontes en el centro de Manta.
Lucía contó que un amigo le pidió que lo reemplazara solo por esa ocasión y él aceptó por ganarse un dinero. Antes de irse se despidió de ella y le dio un beso en la barriga a su bebé y esa fue la última vez que lo vio.
Él debía llegar a casa, en el barrio 15 de Septiembre de Manta, por la mañana. Pero las horas pasaban y no llegaba.

Entonces, casi al mediodía, el amigo que había pedido el reemplazo llegó a la casa de los padres de Joffre y les dijo que lo habían disparado. Este les contó que en la librería y en la calle frente al local había manchas de sangre pero a Joffre no lo encontraban.
Lucía, sus suegros y cuñados salieron a buscarlo.
Al primer lugar que se les ocurrió ir fue al hospital, pero no estaba. Nadie sabía dónde estaba y con los minutos la desesperación en todos ellos aumentaba.

En vista de la situación los vecinos y amigos de Joffre se unieron por grupos para buscarlo en distintos barrios. La búsqueda se extendió por dos días. Fue un martes por la tarde, en la comunidad San Juan, que uno de los hermanos de Joffre encontraron su cadáver.
Lo habían golpeado. Estaba con las manos atadas y el suéter rojo que Lucía le había lavado lo tenía atado sobre su cabeza. Le dieron tres disparos. A ella le prohibieron ver su cuerpo. Y cuando lo sepultaron supo que estaba sola. Que tenía que seguir, porque faltaban pocos días para tener su segundo hijo.

Así pasó. Cuando le dijeron que el recién nacido era un varón solo pudo llorar y lo nombró como él: Joffre Adolfo.

Han pasado 28 años del crimen del esposo de Lucía y en la familia todos creen saber quién podría ser el causante de su muerte. Un vecino del barrio fue quien lo amenazó de muerte porque tenía celos, ya que su esposa era amiga de Joffre.

Incluso, la rencilla llegó a los puños en dos ocasiones y en ambas el esposo de Lucía que practicaba karate salió vencedor.
La última vez este vecino le dijo: “Un día te van a encontrar muerto”. De esa amenaza solo pasaron unos quince días. Por ello la familia de Joffre cree que fue él quien lo asesinó.

A pesar de ello los padres del fallecido nunca pusieron una denuncia por su muerte ya que temían por la vida de sus otros hijos. Para ellos y Lucía cada 3 de mayo seguirá siendo el día más triste de sus vidas.