Expectativas agrícolas
La atención ciudadana está concentrada en las propuestas de los finalistas de la carrera presidencial, pero hay un sector que espera con ansias conocer lo que ambos formulen respecto del sector agropecuario y su centralidad en lo económico y social, lo que esperan de él y la importancia que le asignarían desde el ejercicio del poder y con ello las soluciones inmediatas que a su favor se reclaman con urgencia.
Está por dilucidarse cuál sería el rol que daría el Estado en la implementación de las políticas agrícolas en todas sus manifestaciones; en materia de precios de las cosechas si se mantendrán las normas de precios que sustenten las actividades agrarias o habría liberalización en el manejo de la compra y venta de productos agrícolas, dejando que se manifieste la ley de oferta y demanda, a sabiendas que ésta no rige ni tiene aplicabilidad en la agricultura, porque de una u otra manera es controlada por grandes intereses empresariales, sin que importe mucho la suerte del sembrador.
Se requiere conocer el nivel de apoyo oficial a la investigación agraria, a efectos de obtener con ella mejores materiales de multiplicación vegetal, con más alta productividad en la búsqueda de rentabilidad que exigen quienes se dedican a la labranza agrícola y a la ganadería, teniendo presente que la recomendación de organismos especializados es de por lo menos asignar recursos de no menos el 1% de valor de la producción agropecuaria o lo que se denomina PIB agrícola, conforme acaba de establecerse en un Decreto 1265 que contiene reformas al reglamento de la Ley de Biodiversidad y Semillas, que comentaremos en otra oportunidad.
Se debe esclarecer el rol que tendrían las empresas públicas que intervenían en la comercialización de bienes del agro o si definitivamente desaparecerá la UNA, como organización estatal de almacenamiento de granos, indispensable para la captación de una buena proporción de arroz, maíz y soya, con la intención de evitar la caída de los valores a recibir por parte de los campesinos a la conclusión de los ciclos de cada uno de los cultivos.
Conviene también saber el papel que cumpliría el Ministerio de Agricultura, minimizado en los dos últimos gobiernos, cuyas atribuciones y competencias fueron transferidas en gran medida a otras carteras como las de Comercio, Medio Ambiente y la propia Cancillería, cuando debería ser una entidad de gran fortaleza en lo político y suficientes recursos para cumplir la alta misión que le corresponde.
