El nuevo secretario general de la OTAN, Mark Rutte, advirtió este lunes que los países europeos deberán multiplicar por cinco sus sistemas de defensa antiaérea basada en tierra para evitar ser vulnerables en un eventual conflicto con Rusia. El anuncio se realizó durante una intervención en Chatham House, luego de reunirse con el primer ministro británico, Keir Starmer, para discutir la cumbre de la OTAN en La Haya y el próximo encuentro del G-7 en Canadá.
DEFENSA AÉREA DE EUROPA ES INSUFICIENTE
Rutte destacó que Europa cuenta con solo 50 baterías antiaéreas, de las cuales la mitad tienen capacidad antimisiles, pero ninguna puede interceptar proyectiles fuera de la atmósfera, como lo hacen los sistemas de Estados Unidos, Israel, Rusia y China.
Los sistemas más avanzados disponibles en Europa son los Patriot estadounidenses, cuya adquisición se espera aumente dada la diferencia en capacidades industriales con EE. UU. Aunque Alemania lidera el proyecto Escudo Europeo del Cielo (EISS), este aún está en fase temprana y no cuenta con la participación de Francia, España ni Polonia.
REARME Y TENSIONES POLÍTICAS
El primer ministro británico, Keir Starmer, busca reforzar el papel del Reino Unido en la defensa europea tras el Brexit. Su gobierno anunció el mayor plan de rearme desde la Guerra Fría, aunque solo promete aumentar el gasto en defensa al 3% del PIB para 2030, sin comprometerse con el 3,5% solicitado por la OTAN.
Actualmente, el Reino Unido destina el 2,3% del PIB a defensa, cifra que alcanzará el 2,5% en 2027. La diferencia genera dudas sobre su compromiso a largo plazo, a pesar de ser uno de los países con mayor capacidad militar en la región.
DEPENDENCIA DE EE. UU. Y EL RIESGO DE DIVISIONES
La cumbre también abordará la creciente dependencia europea de EE. UU. en defensa, especialmente en sistemas antimisiles como el THAAD o el Arrow-3. Mientras Alemania ya ha adquirido el sistema israelí, países como Francia rechazan comprar armamento fuera de Europa.
Además, la propuesta de Donald Trump de extender un escudo antiaéreo para proteger EE. UU. ha generado tensiones. Trump sugirió que Canadá debería pagar 61.000 millones de dólares por unirse, salvo que acceda a convertirse en el «estado 51».