Escuelas de Santo Domingo sin pupitres ni pizarras
La Unidad Educativa Fiscal 2 de Mayo, ubicada en la cooperativa del mismo nombre, parece una escuela fantasma.
El cerramiento ha sido forzado por antisociales que poco a poco se han ido robando lo que allí había.
Hace un año y siete meses, en la puerta principal del establecimiento, se colocó un candado que no ha servido de nada ante los robos. En la parte posterior no hay pared que divida el plantel con el resto del barrio.
Desde que inició la pandemia computadoras, focos, escritorios, sillas y hasta inodoros han sido sustraídos.
Dentro de las paredes de la institución ya no hay pupitres, anaqueles ni pizarras.
Así lo confirma Leonardo López, exdirigente del asentamiento Eloy Alfaro, situado a un costado de la cooperativa.
Fuera de las paredes las bandas delictivas que pugnan el poder del microtráfico en esta zona han estampado sus firmas desafiándose.
Una mujer que vive junto a la infraestructura saqueada afirma que la mayoría de los implementos fueron robados para comprar vicio. Mientras que en las casas vecinas hay quienes se arriesgaron a rescatar algunas sillas y mesas y las tienen guardadas.
“Quién sabe si las van a devolver cuando regresen los niños a las clases presenciales”, manifestó.
El plantel oferta desde inicial hasta bachillerato y sus más de mil alumnos podrían volver a clases próximamente.
Así como la 2 de Mayo, decenas de planteles educativos han sido objetos de robos desde que empezó la pandemia.
En marzo de 2020, el Ministerio de Educación emitió un documento denominado ‘Lineamientos de seguridad’ para instituciones educativas, en el que pide identificar los factores de riesgo y coordinar con los COE provincial y cantonal, para que en los patrullajes de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas se consideren las visitas a las instituciones educativas.
El martes pasado los ladrones hicieron de las suyas en la Unidad Educativa Jaime Roldós Aguilera. Se llevaron 40 sillas y 20 mesas que hasta antes del confinamiento eran usadas por los niños del inicial. Los antisociales violentaron una puerta y una ventana.
Hasta la semana anterior en la provincia tsáchila 38 instituciones educativas habían regresado a las aulas de forma voluntaria.
