Descontento en seleccionados, tuvieron que soportar viaje de dos días



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Los seleccionados  juveniles de atletismo tuvieron que pasar una larga odisea para llegar a Lima, Perú. “La ilusión de representar al país se desvaneció, yo no me siento orgullosa la verdad, nos dieron el peor trato, nos hizo falta comida”, dice Noelia Martínez, atleta santodomingueña, quien fue parte del equipo ecuatoriano que viajó al vecino país para participar en el Sudamericano Juvenil.  A las 23h00 del martes anterior, los deportistas partieron rumbo a Guayaquil, donde era la concentración.  
Todos pensaban que el viaje a Perú era en avión, pero no fue así.
De hecho, hasta la ciudad de Tumbes los deportistas se trasladaron en bus.
Salieron sin desayuno y pararon en Machala.
“En pocas palabras nos dijeron que los que teníamos plata, podíamos bajar a comer. Yo tenía, pero había compañeros que no llevaban nada, eso estuvo mal”, comenta molesta Martínez.
Dijo que al llegar a la frontera, el carro no tenía papeles y eso los hizo demorar “una eternidad”.  
“Llegamos con las justas al vuelo de las cuatro y media de la tarde, pero hubo fallas en el avión y se canceló el vuelo. Y seguíamos sin almuerzo. Estuvimos hasta las diez y media de la noche en el aeropuerto, a esa hora la aerolínea nos llevó a un hotel y nos dio la merienda”, recuerda la atleta.
Al día siguiente, después del desayuno, el avión partió rumbo a Lima, donde los deportivas llegaron a la villa en la que se hospedarían.

Manuel Bravo, presidente de la Federación Ecuatoriana de Atletismo, se refirió al respecto.
“El desplazamiento nacional de tres horas y media a la frontera no cubre alimentación por tratarse de un evento internacional, para eso se les da viáticos de 50 dólares a cada deportista”. El dirigente aseguró que dichos viáticos fueron depositados después de la competencia.
“La odisea del viaje no solo fue para Ecuador, todos los países han tenido los mismos problemas y no ha sido nuestra responsabilidad. El vuelo de Latam (aerolínea) se canceló por defecto, eso son situaciones que nada ni nadie puede controlar”, añadió.