Cada jueves desde el pasado 29 de mayo, las calles del barrio San Rafael, en La Concordia (Ecuador), se cierran durante tres horas para realizar los Ciclopaseos Recreativos 2025, una iniciativa impulsada por la municipalidad a través de la Dirección de Desarrollo Social y Económico. El programa busca fomentar el ocio saludable, la integración familiar y el deporte al aire libre en un entorno seguro.

Recreación y seguridad en los ciclopaseos

Los ciclopaseos consisten en un recorrido inclusivo que abarca calles internas del barrio: Juan Montalvo, Martinica, De los Cafetos y Guayaquil, con un punto central en la cancha sintética San Rafael. Participan desde niños en bicicletas con ruedas de apoyo hasta adultos mayores y personas caminando con sus mascotas.

La ruta ha sido diseñada para ser segura e inclusiva, con personal de apoyo y señalización visible. Según la directora del área, Valeria Villavicencio, “cada detalle está pensado para garantizar la seguridad y disfrute de los participantes”. La iniciativa no es nueva, pero la actual administración la ha consolidado como un programa semanal, sin anunciar un periodo específico de duración, incentivando a más ciudadanos a sumarse semana a semana.

Estos encuentros han logrado transformar la rutina laboral y escolar en un espacio de desconexión social positiva. Tras finalizar el recorrido, muchas familias prolongan su estadía en el barrio, compartiendo momentos en las aceras, apoyando a vendedores locales y disfrutando del ambiente comunitario.

Beneficios físicos de los ciclopaseos

La participación activa de los funcionarios públicos también fortalece el sentido de cercanía institucional. El entretenimiento familiar, la práctica deportiva y la convivencia vecinal se mezclan de forma orgánica durante estas tres horas semanales. “Esto no es solo un paseo en bicicleta; es construir comunidad a pedal”, añade Villavicencio.

Los Ciclopaseos Recreativos no solo generan entretenimiento, sino que promueven hábitos saludables. La actividad física al aire libre mejora la salud cardiovascular, reduce el estrés y combate el sedentarismo, particularmente entre niños y jóvenes. Además, la dinámica incentiva el uso responsable del espacio público, fortaleciendo valores de convivencia y respeto ciudadano.

Vecinos como Diana Palma destacan el impacto positivo del evento. Aunque no reside en el barrio, comenta que se enteró durante una visita a su madre y quedó gratamente sorprendida. Sugiere una mayor difusión de estas actividades para que más personas puedan beneficiarse.

Retos a superar en las actividades

Sin embargo, no todo es positivo. Uno de los principales problemas reportados es la imprudencia de ciertos motociclistas, que ignoran las señalizaciones e intentan atravesar las rutas cerradas, poniendo en riesgo a ciclistas y peatones. Aunque hay presencia de personal policial y de tránsito, algunos infractores logran ingresar a las vías. Las autoridades locales reiteran que el cierre temporal tiene como fin proteger la integridad de los participantes, y hacen un llamado a la corresponsabilidad ciudadana.

Dinora Troya, vecina del sector, valora el evento desde su ventana: “Ya uno no puede hacer ese tipo de actividad, solo caminar o, en mi caso, mirar cómo los demás disfrutan”. Por su parte, María Zambrano, otra moradora, afirma que “los más felices son los niños y las mascotas. Hay energía y eso contagia”.