Una ballena jorobada blanca fue vista por primera vez en Ecuador este 23 de junio de 2025, en las aguas del cantón Puerto López, en la provincia de Manabí. El avistamiento fue realizado por turistas, guías locales y científicos que realizaban un recorrido marítimo, y fue calificado por expertos como un hallazgo único a nivel mundial.
Emoción en alta mar: el momento del avistamiento
El avistamiento se produjo en horas de la tarde cuando los guías avistó un grupo de ballenas jorobadas. Mientras los pasajeros observaban los saltos y movimientos de los cetáceos, una cola completamente blanca emergió del agua, generando gritos de asombro y alegría entre los presentes.
«¡Silvano, una ballena blanca!«, gritó el marinero al capitán del barco, según relató Silvano Quimí, guía de la embarcación.
El ejemplar permaneció durante 40 minutos, tiempo en el que interactuó con otros machos en lo que los expertos identificaron como rituales de cortejo.
Una ballena única en el mundo
De acuerdo con Cristina Castro, investigadora de la Fundación Ballenas del Pacífico, se trataría de una de las únicas dos ballenas blancas conocidas en el mundo, y la única identificada en el océano Pacífico suroriental.
Los investigadores lograron tomar fotografías de su cola y aletas, cuya forma y marcas únicas funcionan como huellas dactilares en estos mamíferos, lo que permitió registrar oficialmente su identidad. El ejemplar recibió el nombre de “Suru”, palabra ancestral que significa “blanco” en varias lenguas indígenas.
Potencial de nuevos avistamientos
Los expertos estiman que Suru podría desplazarse a lo largo de la costa ecuatoriana durante los próximos dos a tres meses, período habitual de apareamiento para las ballenas jorobadas que migran desde la Antártida. Durante este tiempo, podría volver a aparecer en zonas como Santa Elena, Salinas o incluso Esmeraldas.
Sin embargo, su coloración blanca representa un reto adicional para los avistamientos.
Los científicos de la Fundación Ballenas del Pacífico tienen previsto volver al mar con la intención de registrar nuevamente su comportamiento, obtener muestras de su piel para análisis genéticos y capturar su canto para estudiar posibles diferencias acústicas con otros machos.
Importancia ecológica y científica
El avistamiento de Suru representa un hito para la biodiversidad marina en Ecuador. No solo se trata de un evento de alto valor científico, sino también de una oportunidad para fortalecer el turismo ecológico y las estrategias de conservación del ecosistema marino.
Cada año, entre junio y septiembre, miles de ballenas jorobadas visitan las aguas cálidas del Ecuador para reproducirse, convirtiendo al país en uno de los principales destinos de avistamiento de cetáceos en Sudamérica.
Este fenómeno también podría atraer mayor flujo turístico hacia Manabí, especialmente hacia áreas protegidas como el Parque Nacional Machalilla y la Isla de la Plata, conocidos por su rica biodiversidad.
Vigilancia y conservación
Ante este hallazgo, el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica y la Dirección del Parque Nacional Machalilla anunciaron la intensificación de controles marítimos para proteger tanto a Suru como a las demás ballenas de la temporada.
Se hace un llamado a los operadores turísticos a respetar los protocolos de navegación responsable y a mantener la distancia mínima con los cetáceos para evitar alterar su comportamiento.
Suru se convierte en un símbolo inesperado de la belleza y fragilidad de los océanos, y su aparición subraya la urgencia de mantener un compromiso firme con la protección del patrimonio natural del Ecuador.
