En Forestal 2, Manta, las aguas negras son una pesadilla diaria para los moradores. Este problema, que afecta la salubridad y calidad de vida, persiste desde hace años, generando indignación. Los vecinos exigen una solución definitiva para proteger su salud y bienestar.
Ángel Espinoza, residente de la zona baja, señala que el inconveniente comenzó durante la administración de Jorge Zambrano. La construcción de la prolongación de la Interbarrial incluyó un ducto cajón para canalizar un riachuelo invernal, pero ahora transporta aguas negras desde el barrio 2 de Agosto.
Estas aguas recorren 500 metros por las calles de Forestal 2 antes de desembocar en el río Burro, según Espinoza. El flujo constante genera olores fétidos y riesgos sanitarios. Aunque técnicos de la Empresa Aguas Manta (Epam) han intervenido, las soluciones son temporales y poco efectivas.
Por su parte, los moradores han tomado medidas desesperadas. Algunos han construido zanjas de tierra para desviar las aguas servidas hacia el río, especialmente para proteger negocios locales, como la tienda del barrio. Sin embargo, estas acciones no resuelven el problema de fondo.
Además, muchos habitantes de Forestal 2 fueron reubicados desde la zona alta tras el terremoto de 2016. Ahora enfrentan esta crisis sanitaria, que se agrava en la temporada seca. En invierno, la lluvia disimula el problema al dispersar las aguas.
Plan Legado se ejecuta en más de 90 barrios y solucionará el problema de aguas negras
La situación no es nueva. Algunos barrios de Manta enfrenta desafíos en su sistema de alcantarillado, con infraestructura obsoleta en varios sectores. Desde el año pasado se ejecuta el Plan Legado que beneficia con redes hidrosanitarias a más de 90 barrios del cantón. En 2024, la Epam invirtió en mantenimiento, pero Forestal 2 sigue sin una solución estructural, lo que frustra a los residentes.
Mientras tanto, Espinoza critica la inacción municipal: “Solo medio arreglan, y todo vuelve a lo mismo”. Los moradores exigen una intervención urgente para rediseñar el ducto y evitar el flujo de aguas negras, que amenaza la salud de niños y ancianos.
El contexto agrava la crisis. Manta, con un presupuesto municipal de 120 millones de dólares en 2025, enfrenta múltiples retos, incluyendo inseguridad y deudas. La falta de priorización en saneamiento ha dejado a barrios como Forestal 2 en el abandono.
Luigi Chica, morador, cree que en Forestal 2, un nuevo sistema de tuberías o el uso adecuado del ducto cajón podrían ser soluciones viables, pero aún no hay planes claros. «Queremos una respuesta efectiva de las autoridades. La crisis de las aguas servidas no solo afecta su calidad de vida, sino que pone en riesgo la salud pública», acotó.