El crímen del agente se dio este viernes 20 de junio, cuando Javier Oswaldo Bonilla Colcha, cabo segundo de la Policía Nacional, murió tras recibir varios disparos en la cooperativa Los Últimos Seremos los Primeros, sur de Guayaquil, durante un posible robo.
A las 06h20, Javier Bonilla, quien era oriundo de Riobamba, circulaba en una motocicleta, cuando sujetos armados lo interceptaron. Los atacantes, que se movilizaban en motocicletas, dispararon tres veces contra el cabo segundo, causándole la muerte inmediata, según informó la Policía Nacional.
El uniformado, vestido de civil, no llevaba su uniforme policial en el momento del ataque. Los agentes investigan si Bonilla se dirigía al trabajo o estaba en su día libre. El crimen ocurrió a pocos metros de su vivienda, según relataron moradores a los gendarmes.
Testigos escucharon tres detonaciones y observaron a los agresores huir en motos tras robar la motocicleta de la víctima. Los vecinos alertaron al ECU-911, pero Bonilla ya había fallecido cuando los paramédicos llegaron. Los moradores evitaron proporcionar más información por temor, aunque confirmaron que los atacantes actuaron con rapidez, según la Policía Nacional.
Los disparos que recibió el policía habrían sido para robarle la moto
La Dinased (Dirección Nacional de Delitos contra la Vida y Muertes Violentas) y la Policía Judicial iniciaron pesquisas para esclarecer las causas del crimen. Los agentes revisaron cámaras de seguridad en la cooperativa y recolectaron casquillos de bala en la escena. La Policía Nacional investiga si el asesinato estuvo relacionado con un robo o tuvo otras motivaciones, como represalias contra el uniformado.
Javier Bonilla, cabo segundo, laboraba en el Hospital de la Policía en Guayaquil. Originario de Chimborazo, el uniformado llevaba varios años en la institución. Sus compañeros expresaron consternación por el crimen, mientras las autoridades policiales rindieron homenaje al fallecido. La Policía Nacional coordinó apoyo para la familia de Bonilla.
Guayaquil enfrenta una escalada de crímenes violentos en 2025, con más de 1.500 homicidios hasta el 3 de junio, muchos ligados a crimen organizado y robos, según la Policía Nacional. La cooperativa Los Últimos Seremos los Primeros, un sector popular, registra incidentes violentos como sicariatos y robos a mano armada. Los policías, incluso fuera de servicio, se convierten en blancos frecuentes de delincuentes.
Impacto en la comunidad
Los moradores de Los Últimos Seremos los Primeros exigen mayor seguridad tras el asesinato. Líderes vecinales pidieron al Municipio de Guayaquil instalar cámaras y aumentar patrullajes en el sector. La comunidad lamentó la pérdida de Bonilla, conocido por su cercanía con los vecinos.
La Policía Nacional, con apoyo de las Fuerzas Armadas, intensificó operativos en el sur de Guayaquil para capturar a los responsables. Los agentes rastrearon la motocicleta robada y buscaron testigos adicionales. La Fiscalía supervisó las diligencias para garantizar un proceso judicial transparente contra los culpables.
La Policía Nacional instó a los ciudadanos a proporcionar información anónima al 1800-DELITO. Las autoridades destacaron la importancia de la colaboración comunitaria para combatir la delincuencia en Guayaquil. Los operativos continuaron en la cooperativa para prevenir nuevos ataques y reforzar la seguridad ciudadana. (22)