La Asamblea Nacional tomó una decisión firme ante el preocupante incremento de casos de tosferina, fiebre amarilla y leptospirosis que azotan al país. En una reciente sesión, los legisladores aprobaron convocar a comparecer al ministro de Salud, Edgar Lama, y a la ministra de Educación, Alegría Crespo. Esta medida busca obtener respuestas claras y acciones concretas frente a esta crisis sanitaria.
La moción para esta convocatoria fue impulsada por la asambleísta Arisdely Parrales, representante de Revolución Ciudadana. Ella enfatizó la gravedad de las cifras actuales, recordando que hasta el 5 de mayo, Ecuador registra un total de 321 casos confirmados de tosferina. Este número representa un alarmante aumento del 127% en comparación con los casos reportados durante el año anterior.
Además, Parrales señaló la confirmación de cuatro casos de fiebre amarilla en el territorio nacional. No obstante, la situación más crítica se vive en el cantón Taisha, Morona Santiago, donde ocho niños perdieron la vida a causa de la leptospirosis. Estos datos ponen de manifiesto la urgencia de una intervención coordinada y efectiva por parte de las autoridades competentes.
Asamblea Nacional exige medidas urgentes
A través de la resolución de la Asamblea Nacional, se insta al Ministerio de Salud a implementar un fortalecimiento inmediato de las campañas de vacunación. Estas campañas deben dirigirse especialmente contra enfermedades prevenibles como la tosferina y la fiebre amarilla. La prioridad debe centrarse en las niñas y niños menores de cinco años, así como en las personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad y en las comunidades rurales o de difícil acceso.
Para garantizar la efectividad de estas campañas de vacunación, la resolución también establece que el Ministerio de Economía y Finanzas deberá destinar los recursos económicos necesarios. Este financiamiento permitirá llevar a cabo las acciones de prevención y control de manera oportuna y eficiente en todo el territorio ecuatoriano, protegiendo así a la población más susceptible.
La Asamblea Nacional requiere la presencia tanto del Ministro de Salud Pública como de la Ministra de Educación ante la Comisión de Salud. En un plazo no mayor a 30 días, ambos funcionarios deberán presentar un informe detallado al Pleno de la Asamblea. Este informe deberá incluir las acciones implementadas, las omisiones identificadas, las conclusiones obtenidas y las recomendaciones propuestas para combatir de manera efectiva la actual crisis epidemiológica que afecta al Ecuador.
Vigilancia epidemiológica reforzada
Adicionalmente, la resolución de la Asamblea Nacional exige al Ministerio de Salud una mejora integral de la vigilancia epidemiológica a nivel nacional. Esta mejora debe lograrse mediante la implementación de sistemas digitales de alerta temprana, que permitan una detección precoz de posibles brotes. Asimismo, se requiere una capacitación continua del personal de salud para fortalecer sus capacidades de respuesta.
La coordinación interinstitucional se considera fundamental para lograr una respuesta eficaz ante cualquier brote epidémico que pueda surgir. Por lo tanto, se insta al Ministerio de Salud a trabajar con otras entidades para optimizar los recursos y las estrategias en beneficio de la salud pública.
Además, la Asamblea Nacional dispone a los ministerios de Salud Pública y de Educación la realización de campañas de educación sanitaria. Estas campañas deben difundirse a través de los medios de comunicación y en los centros educativos, con un énfasis especial en la promoción de prácticas de higiene, la prevención de enfermedades infecciosas y el uso adecuado de insumos de protección personal para evitar la propagación de la tosferina, la fiebre amarilla y la leptospirosis.
Control de mercado de insumos médicos
Finalmente, la Asamblea Nacional conmina a la Superintendencia de Competencia Económica, a la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (ARCSA) y a demás autoridades competentes a intensificar el control del mercado. Este control debe abarcar el precio y la calidad de insumos médicos esenciales como mascarillas, gel antibacterial y medicamentos, con el objetivo primordial de evitar la especulación y el desabastecimiento que puedan perjudicar a la población en medio de esta crisis sanitaria.